La verdad y solo la verdad.
Por encima de todo, nuestros hijos tienen que crecer con la verdad, con su verdad. Establecer una relación con nuestros hijos basada en la mentira es un mal comienzo y un mal final. Por eso, desde el mismo momento en que supe que estaba embarazada, me sentí profundamente orgullosa del modelo que había elegido de familia, sola por elección.
Ahora nos quieren tachar de los libros y de la educación, pero nunca podrán tachar nuestras conversaciones con nuestros hijos que, siempre, siempre han de basarse en verdades y no en mentiras.
No hay que sentirse ni diferentes, ni distintas, ni mejores, ni peores.
Cada modelo de familia es válido en sí mismo si hace felices a sus miembros, y no lo es si quienes lo forman no son felices o viven bajo la mentira, las apariencias, el qué dirán, la incomodidad, la falta de amor y el desequilibrio emocional.
Si esto es lo que impera, aunque de cara al entorno se aparente ser una familia modélica, de puertas para adentro, los hijos, sufrirán inseguridad, falta de autoestima, inestabilidad emocional, fracaso escolar… y sus futuras relaciones también se basarán en las apariencias y en las mentiras.
Los hijos tienen que crecer orgullosos de su familia y con la confianza de poder expresar todas sus emociones sabiendo que la respuesta va a ser siempre la verdad.
Por eso, muchas madres solas por elección se encuentran, a medida que crecen sus hijos, con la duda de cómo contarles su procedencia, cómo explicarles que hay muchos modelos de familia y que el suyo está formado solo por una mamá que recurrió a la generosidad de un donante de esperma.
Lo más sencillo y como apuntan los psicólogos especializados en reproducción asistida es comenzar a contarle al niño que es fruto de una donación de esperma entre los tres y los siete años.
¿Cómo? A través de un cuento, como “Cloe quiere ser mamá”, un cuento necesario para este modelo de familia, el primero y único en ser editado, que surge como un gran apoyo a la hora de explicarle a estos niños su origen, fruto del gran deseo de su madre y de la semillita mágica de un donante de esperma.
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