Una vez tomada la decisión de ser madre, no hay quién nos pare. Estamos tan seguras que nos quedaremos embarazadas, que no nos planteamos ni la mínima duda.
Afrontar un tratamiento de reproducción asistida como mujer sola no es fácil, pero todavía es más difícil cuando nos afrontamos a un diagnóstico de infertilidad, o lo que es peor, una infertilidad desconocida. Entonces se nos cae el mundo encima.
“No sé si quiero hablarlo”, “Mi vida sólo está marcada por el proceso y los tratamientos”, “Mis amigas no me entienden”, “Me siento como si hubiese fallado, como si me faltase algo”… Son algunas de las frases que de una forma u otra acabamos expresando las mujeres en proceso de reproducción asistida.
Vivimos en soledad y en silencio los miedos, los nervios, las angustias. Y eso no es bueno ni para nosotras ni para nuestro proceso dentro de la reproducción asistida.
Este estado de tensión produce bloqueos tanto físicos como emocionales y nos impide afrontar los obstáculos con las fuerzas necesarias. En cambio, mantener la serenidad y la calma nos ayudará a llevar mucho mejor todo el tratamiento, y, sobretodo, a enfocar cada momento con más optimismo.
“Cuando inicié hace 7 años mi andadura por los caminos de la infertilidad”, explica Marga Baró, “me hubiese gustado encontrar un taller como el que proponemos, un espacio donde encontrarme con otras mujeres en mi misma situación”.
Marga Baró, junto a Sonia Ruano, lideran el proyecto Sentdona, donde desarrollan el acompañamiento emocional a mujeres en las diferentes etapas de su vida. El próximo sábado 28 de abril lo dedicarán al acompañamiento a mujeres en proceso de reproducción asistida.
Desde la propia experiencia personal, ambas han llegado a la maternidad a través de la reproducción asistida, y desde su experiencia profesional en Coaching, la Terapia Gestalt, las Constelaciones Familiares, la PNL (Programación Neuro-Lingüística) y la Mediación.
“Cuando te afrontas a la infertilidad, te afrontas también a un tabú y a la soledad que lo acompaña”, comenta Sonia Ruano. “El taller que ofrecemos es un espacio donde donde compartir, ventilar, expresar sentimientos, de igual a igual”, explica Marga Baró, “ayudamos a las mujeres a trabajar las creencias, el quien soy, el como me veo o el como quiero que me vean”.
Estas terapeutas ayudan a explorar otras maneras de vivir el tratamiento, a conseguir que el proceso sea el centro de nuestra vida, y vivir en un presente de más relajación.
Mediante el taller, y sesiones individuales, aportan a las mujeres herramientas concretas que les ayudan a gestionar sus emociones de una manera saludable y positiva, a conectar con actitudes más facilitadoras y a desbloquear creencias que se interponen y que aumentan el propio estrés.
Este estrés y el malestar psicológico pueden incidir directamente en nuestra fertilidad. Así, preferiblemente antes de empezar el tratamiento, desde CRA Clínica Sagrada Familia, recomendamos trabajar los aspectos emocionales, con todas las herramientas a nuestro alcance.