Días de sol, playa y reproducción
La sanidad española ofrece una variedad de tratamientos de reproducción asistida sin parangón en otros países, debido a un marco legal mucho más amplio y permisivo.
Motivo por el que, la península ibérica se ha convertido en la meca europea de la reproducción asistida, sobre todo para aquellos modelos de familia a los que en otros países les han vetado la maternidad.
Las extranjeras acuden a las costas españolas en busca de sol, playa, y un embarazo. Más de un 30 por ciento de las mujeres que se sometieron el año pasado en España a un tratamiento reproductivo eran foráneas.
Por: Rosa Maestro @rmaestrom @Masola_Org
España es uno de los países con más prestigio internacional en el ámbito de la reproducción asistida. Cada vez son más quienes buscan en la península ibérica la solución a sus problemas para tener hijos.
Las turistas extranjeras ya no solo vienen a España solo en busca de sol y playa; ahora también se ha convertido en el destino elegido para la reproducción. Las pocas condiciones éticas que impone España son un reclamo para muchas parejas heterosexuales, homosexuelas y mujeres solas. Bélgica, Luxemburgo y España son los países más permisivos en Europa.
Además de la reputación de las clínicas españolas en tasas de éxito; todo ello sin tener en cuenta que el coste de estos tratamientos todavía sigue siendo algo más económico frente a otros muchos países.
Éxito superior a la media europea
La tasa de éxitos de la reproducción asistida en España es superior a la media europea, según datos de SEF (Registro de la Sociedad Española de Fertilidad).
En torno a un 32,4 por ciento de las mujeres consiguen el embarazo en las clínicas españolas con fecundación in vitro frente al 28,4 por ciento en Europa; y un 34,3 por ciento en los tratamientos con inyección intracitoplásmica frente al 28,7 por ciento en Europa.
El Instituto Valenciano de Fertilidad (IVI), una de los centros de reproducción asistida más grandes de España, realizó cerca de 21.000 tratamientos el año pasado, de los que, según fuentes de la clínica “3.585 se realizaron a mujeres extranjeras, en su mayor parte procedentes de Alemania, Italia y Gran Bretaña”.
“Las que más acuden son las alemanas, seguidas de las italianas, países que exigen el matrimonio para poder optar por un tratamiento reproductivo; pero también vienen británicas e irlandesas, países más permisivos pero que no protegen la identidad de los donantes; suizas y portuguesas, por supuesto, aunque en menor medida; y francesas, dado que en Francia no está permitida la donación de óvulos. Algunas de nuestras pacientes son norteamericanas o canadienses que aprovechan sus vacaciones para conseguir un embarazo aquí porque en España es mucho más económico”.
FIVMadrid, otra importante clínica española, afirma haber visto incrementado en un 20 por ciento en los últimos años el número de pacientes extranjeras, en su mayoría mujeres sin pareja, e igualmente en su mayor parte italianas o británicas.
IVF SPAIN, otro centro de reproducción asistida afirma recibir continuamente peticiones de Cuba, India, Francia, Italia y Gran Bretaña, entre otros, pero de donde más han atendido ha sido también de este último.
Todo un récord si se tiene en cuenta que en 2003 tan solo se atendía a unas 10 extranjeras por centro; en la actualidad, cerca del 20 por ciento de los pacientes atendidos con problemas de fertilidad son extranjeros.
En Italia, por ejemplo, las tasas de éxito en la fecundación in Vitro se reducen a la mitad con respecto a España; en Suiza o en Austria, curiosamente si la mujer no está casada no puede optar a ninguna técnica reproductiva; en Gran Bretaña, se ha eliminado el anonimato de los donantes, lo que hace que muchas parejas prefieran hacerlo en la Península; y, en Estados Unidos, un tratamiento de fecundación in Vitro puede costar cuatro veces más que en España, que si en la actualidad está en torno a los 5.000 euros, por tres veces más la cantidad resulta más que sangrante. Pero también proceden de Latinoamérica, Marruecos y Europa del Este.
Prestigio Internacional
Que España sea uno de los países con más prestigio en materia de reproducción asistida, es algo ya evidente. De hecho, el IVI, por ejemplo, es conocido mundialmente por los avances técnicos conseguidos.
Uno de ellos, “un biochip que permite localizar ciertas alteraciones presentes en los espermatozoides; otro, un test rápido que permite a las mujeres conocer si su cuerpo es o no apto para albergar un embarazo que se realiza mediante un examen molecular de la matriz, que le permite saber de antemano y sin necesidad de tener que desgastarse económica o psicológicamente, si podrá tener un hijo, bien por medios naturales o mediante reproducción asistida”.
Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), España es el tercer país europeo con más ciclos de reproducción asistida, después de Estados Unidos y Japón”.
Un liderazgo que viene de atrás, concretamente de los años ochenta, fecha en la que se comenzó a destacar por los buenos resultados obtenidos así como por la permisividad. A pesar de ello, también en España son algunas las personas que tienen que recurrir al extranjero.
Cada año son más las familias que viajan hasta Estados Unidos, Ucrania o la India, entre otros, en busca de la Gestación Subrogada, hasta el momento prohibida, para muchos de forma incomprensible, en España, y que piden que se autorice, con el marco legal necesario, para favorecer a mujeres como a las que se les extirpó el útero.
Auge de las clínicas privadas
Los datos estatales reflejan que España cuenta con 468 servicios de reproducción humana asistida. De ellos, 280 son centros privados especializados (la mayoría están en Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid), cifra que convierte al país en uno de los referentes mundiales. Aún así el 20 por ciento de los tratamientos los realiza la Sanidad Pública.
En España, y según datos de ADECES (Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales). España es uno de los países líderes tanto en negocio como en ciclos, es decir, intentos de embarazo asistido: 175.905 en 2017 —último año con cifras disponibles—, de los que 140.941 fueron de fecundación in vitro (se extraen los óvulos y se fecundan fuera del cuerpo de la madre; posteriormente se transfieren al útero) y 34.964 de inseminación artificial (los espermatozoides se depositan en el cuerpo de la mujer con instrumental adecuado).
El incremento constante de centros y pacientes es consecuencia de múltiples causas: la inestabilidad laboral, los bajos salarios y el elevado coste que representa tener un hijo hace que cada vez sean más las mujeres que deciden retrasar la maternidad. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística demuestran que las madres primerizas son cada vez más mayores y, de hecho, un tercio de ellas superan los 35 años.
A su vez, el número de niños y niñas es cada vez menor. Hace 40 años nacían 78 bebés por cada 1.000 mujeres. Ahora, menos de la mitad: 35. El retraso de la maternidad ha sido una de las principales claves para que el negocio de la reproducción asistida se dispare
A partir de los 30 años la fertilidad disminuye considerablemente, las probabilidades de una menopausia precoz son cada vez mayores, y qué decir de las escasas oportunidades a las que una mujer se enfrenta en la barrera de los 40 de tener un hijo sino es con ayuda de la técnica.
Pero además, hay que tener en cuenta los cambios sociales ya que los matrimonios no son para siempre y las parejas no se decidan a tener hijos por temor a una ruptura; las mujeres ya no necesitan de un hombre para ser madres, o bien porque no lo desean, o bien porque no encuentran a la persona adecuada, y tampoco los hombres, que han visto el camino libre a la paternidad en los vientres de alquiler.
Por otro lado, la infertilidad /esterilidad es una realidad que afecta a un elevado numero de personas. Más de 860.000 parejas españolas la padecen y crece a un ritmo de 16.000 nuevos casos por año. La Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que hay entre 60-80 millones de parejas infértiles en el mundo, entre un 2-10 por ciento de estas parejas son incapaces de concebir un hijo y un 10-25 por ciento presentan infertilidad secundaria.
A todo esto se le une las grandes limitaciones que pone la sanidad privada, que cubren exclusivamente los tratamientos por problemas de esterilidad, cuando la pareja demuestra que después de dos años no consigue gestar y que todavía se acoge al hecho de que una mujer sin compañero sexual, en principio, no tiene por qué ser estéril.
Es por ello que el 80 por ciento de los tratamientos se da en centros privados, frente a tan solo un 20 por ciento en la sanidad pública – datos SEF-. Las trabas también las ponen por lo costoso de estos tratamientos e incluso algunos seguros médicos privados igualmente los limitan por número de intentos, por edad o simplemente cubren las pruebas previas al tratamiento. Sanitas, por ejemplo, cubre el diagnóstico de la infertilidad en sus pólizas de asistencia sanitaria, pero no contempla eltratamiento por reproducción.
Otro de los problemas es la existencia de grandes diferencias por comunidades, sobre todo en la financiación de los medicamentos. Salvo en el caso de comunidades como Cataluña, donde se financia la medicación incluso en las privadas, la mayoría de las parejas tiene que afrontar el coste de los fármacos.
La practica imposibilidad de recibir un tratamiento de reproducción asistida en la sanidad pública (según los últimos datos obtenidos en un estudio sobre fertilidad y tratamientos en España, el tiempo medio que una pareja tiene que esperar para la realización en un centro público de una inseminación artificial es de 105 días. En el caso de la ovodonación o donación de óvulos, el tiempo se aproxima al año.
El peor caso está con la técnica de la fecundación in vitro,cuando el tiempo alcanza de media los 493 días; más la imposibilidad para parejas homosexuales y mujeres sin pareja; así como la discriminación que sufren todas aquellas mujeres mayores de 40 años) es lo que hizo que en la década de los 90, los centros privados viesen una oportunidad.
Paquetes turísticos, incluido embarazo
El verano es, por tanto, una de las fechas claves para las clínicas; durante el periodo estival aumenta el número de pacientes que acuden a ellas en busca de ese tratamiento de fertilidad más barato, más efectivo, o al que en sus países no pueden acceder.
Se le ha llegado a denominar “turismo reproductivo”, aunque para muchos es un concepto mal acuñado. No en cambio para otros, como las agencias de viajes, que ya promueven paquetes turísticos en que se incluye en el precio uno de estos tratamientos.
Dado el éxito español, las centros reproductivos abren nuevas clínicas constantemente, sobre todo en la zona mediterránea, no solo por ser una de las zonas elegidas por los extranjeros para las vacaciones estivales, sino también por la proximidad con los países de procedencia y la importante red aérea de compañías de bajo coste con la zona. No cabe duda que Internet se ha convertido en el principal canal por el que los extranjeros entran en contacto con las clínicas españolas.
Para algunos touroperadores, este nuevo mercado, ha comenzado a ser una nueva “Joint-venture”, una oportunidad de negocio que puede paliar en cierto modo la crisis actual. Cada vez es más usual ver como las agencias de viajes extranjeras anuncias paquetes turísticos que ofrecen la posibilidad de pasar unos días de descanso en un lujoso hotel al borde del mar y seguir un tratamiento de reproducción asistida en una prestigiosa clínica del mediterráneo español.
Los negocios no tienen límites y estos paquetes turísticos incluyen en algunos casos habitaciones de lujo, masajes, tratamientos de belleza, con el objetivo de que las mujeres se sientan más cómodas y mimadas en un momento especial. Inclusive, aquellas comunidades en las que sus gobiernos no son muy partidarios de estas técnicas en mujeres homosexuales o sin pareja de la cuenca del mediterráneo, no han dicho que no a un negocio en alza y han depositado todos sus esfuerzos en poner a disposición de estos colectivos todos los medios que les permitan hacer su agosto.
ALGUNOS VACÍOS LEGALES EN ESPAÑA
.- No está permitida la Gestación Subrogada.
.- Hasta este año no ha estado en funcionamiento el Registro Único de Donantes (SIHRA) y todavía está pendiente de su publicación en el BOE.
.- La Seguridad Social no siempre contempla los tratamientos de reproducción asistida a mujeres sin pareja y parejas de lesbianas. Todo depende del momento político y de intereses políticos y económicos.
.- Si bien las clínicas privadas han establecido la edad máxima para acogerse a un tratamiento reproductivo en los 50 años, la Seguridad Social no permite que mujeres de más de 40 años se sometan a ellos amparándose en “las probabilidades de éxito”, bajo una total discriminación.