Etapas del embarazo
Quedarse embarazada es una de las experiencias más maravillosas que se pueden experimentar en la vida, de eso no cabe duda. Miles de mujeres cada día en todo el mundo sienten ese vértigo al enterarse de que están esperando un bebé y su cabeza se llena de dudas sobre lo que irá sucediendo durante los próximos 9 meses, hasta que por fin le vean la cara a su hijo.
Durante esos meses, tanto la mamá como el bebé irán experimentando ciertos cambios propios de cada una de las etapas del embarazo, perfectamente identificables y que se repiten prácticamente de la misma forma para todas las mujeres. Así, en cada una de las etapas, que se suelen dividir por trimestres y semanas, se puede ir viendo cómo crece el bebé y cómo el cuerpo va cambiando, adaptándose a las necesidades y a cada momento para conseguir los mejores resultados.
En términos generales, los embarazos suelen durar aproximadamente unas 40 semanas, que empiezan a contar a partir del primer día del último período menstrual de la madre. A partir de aquí, las etapas del embarazo se dividen en tres trimestres que, a su vez, se van subdividiendo en semanas.
El primer trimestre: de la semana 1 a la semana 12
El primer trimestre del embarazo es conocido por ser el más duro, en relación a los grandes cambios físicos y hormonales que sufre el cuerpo de la mujer. Estos cambios realmente afectan a todo el cuerpo, desde la parte más emocional hasta síntomas más físicos como pueden ser las típicas náuseas matutinas.
Este primer trimestre es una etapa de adaptación en donde la mamá irá viendo cómo su cuerpo reacciona al embarazo e irá cambiando poco a poco sus rutinas y hábitos para adaptarse a esta nueva situación. Además, hay que dejar claro que esto es una cuestión general, hay mujeres que pasan por este trimestre sin notar absolutamente nada y, otras, que por el contrario sufren todos los síntomas.
Por otra parte, en este primer trimestre el bebé está en su primera etapa de formación. Comienza por formarse su médula espinal y su cerebro y, a partir de aquí, se siguen formando los principales órganos y extremidades de su cuerpo. Además, justo a partir de la semana 12 se puede conocer ya el sexo del bebé.
El segundo trimestre: de la semana 13 a la semana 28
Durante el segundo trimestre, lo normal es que los síntomas más agudos del embarazo como la falta de apetito, las náuseas, el sueño excesivo o la necesidad de orinar con mucha frecuencia, tiendan a desaparecer. Esto se debe principalmente a que el cuerpo ya se ha adaptado a los cambios hormonales, lo que hace que estos siguientes tres meses sean, probablemente, la etapa más llevadera para cualquier embarazada.
No obstante, también se presentarán nuevos cambios en el cuerpo de la mujer debido, sobre todo, a que el abdomen comienza a expandirse claramente, acorde con el crecimiento del bebé. Es posible que, durante el segundo trimestre, comiencen a aparecer estrías y pueden aparecer también algunas manchas en la piel, normalmente en la zona de la cara.
Por otra parte, en este segundo trimestre el bebé está ya mucho más activo y, en estas semanas, suelen ser cuando las mamás sienten ya que algo se mueve dentro de su abdomen.
Los músculos del bebé están ya bastante formados y comienza a tener sus rutinas de sueño y alimentación. Además, comienza a crecerle el cabello, se desarrollan sus papilas gustativas y su capacidad de oír, sus pulmones están prácticamente formados y el bebé comienza a ganar peso con mayor facilidad.
El tercer trimestre: de la semana 29 a la semana 40
El tercer y último trimestre es la recta final del embarazo. A pesar de que las náuseas ya no suelen ser parte de la vida de la mamá durante estas últimas semanas, aparecen nuevos síntomas relacionados con el gran tamaño que va adquiriendo el abdomen.
De esta forma, algunas mamás pueden tener nuevos síntomas relacionados con la inflamación de la cara, los tobillos o las manos, las hemorroides, la falta del aire o que experimenten acidez después de las comidas. Además, también es un síntoma clásico el hecho de tener dificultad para conciliar el sueño, así como notar cómo el bebé se va desplazando hacia la parte baja del abdomen.
Durante este último trimestre, el bebé cogerá peso con mucha más facilidad, sus huesos estarán formados y sus órganos comenzarán a funcionar. Ya no tendrá demasiado espacio para moverse, pero seguirá moviéndose y dando patadas con fuerza. A partir de aquí, entre la semana 37 y las 39 semanas, el bebé estará listo para salir, aunque puede haber embarazos que se prolonguen, incluso, hasta la semana 42.
A medida que se aproxime la fecha del parto, si todo va bien, el bebé irá rotando su posición hasta colocarse con la cabeza hacia abajo, ubicándose en la postura más adecuada para el parto. Una vez que llegue este momento, simplemente habrá que desarrollar el plan de parto que cada mujer haya considerado oportuno y prepararse para darle la bienvenida al bebé.
Rosa Maestro IG masola.org_rosa.maestro
