Hombres en reproducción asistida. Los hombres son los grandes desconocidos en #reproducciónasistida. Cierto que durante años se ha dicho que es la mujer la que desea tener hijos, que es la mujer la que se empeña en que sea con el método que sea, que es ella la que lleva todo el peso del tratamiento, que es la que sufre los negativos… que ellos en las clínicas no se enteran de nada, que se pasan la cita mirando el móvil…
Pues parece que no va a ser así y que cada vez más, ellos están saliendo del armario y no solo tienen hijos solos, sino que se atreven a hablar de sus procesos de paternidad, a verbalizar su sufrimientos, su dolor, su espera, los embarazos de sus amigos… e incluso a llorar en silencio.
Pedro E. Jiménez ha abierto una gran puerta que esperar que otros abran también y en el libro que ha escrito junto a su mujer, Vanessa Stiennon, nos habla de su reproducción asistida y cómo la vivió como hombre. Su libro, “In Vitro Veritas”, que desde estas líneas recomiendo que dejéis sobre la mesilla de vuestras parejas.
#¿Por qué son siempre las mujeres las que hablan de reproducción asistida e infertilidad?
Si el origen de la infertilidad es femenino, supongo que es educación y respeto; si el origen es masculino, tener que explicar que “no se es tan hombre” supongo que es muy complicado.
Adicionalmente tenemos el estigma social de tener que ser más fuertes que las emociones y cuando se entra en el mundo de la reproducción asistida, es todo emoción por lo que supongo que la mayoría de hombres no se sienten cómodos.
Se trata de una barrera que personalmente he optado por tumbar en ambos casos: yo sí que tenía un diagnóstico de baja calidad espermática y también reconozco que la reproducción asistida ha supuesto una montaña rusa de emociones que ha llegado a ponerme contra las cuerdas.
.- ¿Por que los hombres se esconden más ante la reproducción asistida?
Además de lo que he comentado antes, también hay otro punto muy importante: no existimos durante el proceso.
En el caso de FIV, que ha sido el nuestro, la paciente es ella, no la pareja, ella es la que se ha de poner las inyecciones, la que ha de seguir la evolución folicular, la que sufre la punción ovárica, la que ha de hormonarse…
Todo es tan feminocéntrico, por llamarlo de alguna manera, que el hombre queda desplazado más que escondido. Yo, al menos, me sentí muy desplazado y dediqué un capítulo del libro que hemos escrito juntos precisamente a eso.
Leer también: "Tres cuentos infantiles con los que explicar la reproducción asistida"
.- ¿Es verdad eso que se dice que para los hombres no es tan importante el proyecto hijo como para las mujeres?
No estoy de acuerdo. Al menos no en mi caso; desde que llegué a la edad adulta siempre quise tener hijos y, es más, tuve que esperar a que a Vanessa le llegase su momento.
Y en cuanto a los hombres de mi entorno, amigos y compañeros, considero que todos ellos están profundamente implicados en el proyecto de sus hijos.
De hecho, el problema de muchos hombres es que no pueden abordar la paternidad en solitario, como tantas mujeres hacen, por motivos biológicos obvios, por las dificultades a la gestación subrogada y, sobre todo, por la presión social: un hombre sólo con un niño siempre levanta sospechas de pederastia; la prueba es que si una madre tiene una foto con su bebé bañándose es algo enternecedor y si es un padre, recibe miles de críticas como le pasó a un cómico danés hace un tiempo.
.- ¿Es más tabú para los hombres que para las mujeres?
Sin duda. La virilidad en entredicho es un problema. Hemos conocido parejas que han recurrido a FIV por un problema de calidad espermática y el hombre nos ha reconocido que tras el diagnóstico no sólo se alejó del proyecto paternal sino incluso del sexo “lúdico” por no poder gestionar correctamente su virilidad.
Las mujeres sois mucho más abiertas al respecto. Tan sólo imagina una escena de tópicos: grupo de hombres tomando una cerveza en el bar mientras ven el fútbol… y uno de ellos cuenta que no pueden tener hijos porque su calidad espermática es deficiente…
Creo que el resto estaría menos incómodo si hubiese “salido del armario” al más puro estilo Priscilla Reina del Desierto.
Leer también: ¿Por qué creemos que la fertilidad es eterna?
.- ¿Es la mujer la que siempre o casi siempre lleva el peso?
En un proceso de FIV está claro que lleva el peso físico de los pinchazos, de tener el cuerpo lleno de hormonas que dictan sus estados de humor, el peso de la punción ovárica que por sencilla que sea no deja de ser una intervención; también lleva el peso del fracaso si tras el transfer el test de embarazo es negativo porque esos embriones estaban en su útero, eran su responsabilidad.
Ahora bien, creo que el hombre lleva el peso de superar sus propias frustraciones y de ser el pilar de apoyo de la mujer en el caso de la pareja; también creo que estos roles son perfectamente válidos en el caso de una pareja de dos mujeres.
.- ¿Cómo sufre la infertilidad y los tratamientos el hombre?
En silencio. En silencio si el diagnóstico es el de baja calidad espermática; en silencio porque el propio proceso de FIV le aparta del foco; en silencio porque tiene que superar su propio sufrimiento para apoyar a la mujer que es la que más peso lleva en el proceso.
.– ¿Qué recomendarías para apoyar más a las mujeres?
Hay dos vertientes a esa pregunta en el caso de una pareja:
Dentro de la pareja: en todos los casos en los que nos hemos encontrado, ha habido un gran apoyo por parte del hombre.
No en vano estamos viendo cómo se hormona, cómo tiene que ir a la consulta y que le hagan ecografías cada dos días, cómo se la llevan a un quirófano para que le hagan la punción ovárica.
Creo, en definitiva, que si media una cierta empatía, el apoyo está ahí o como mínimo la intención de apoyar; sólo es necesario hablar y pedir lo que hace falta.
De cara al entorno: me vas a perdonar, pero quien necesita apoyo no es sólo la mujer, sino la pareja, porque este es un proceso en el que se ha embarcado una pareja con su equipaje de miedos, dudas y frustraciones en la medida en que no llegan los resultados positivos; por este motivo es la pareja, como entidad la que necesita apoyo. Por supuesto, cada miembro de la misma con su propia sensibilidad.
Leer también: "Hijos sin nuestra carga genética. Una renuncia difícil y a veces imposible"
.- ¿Has hablado con otros hombres, qué te han contado?
He hablado, sí. En algunos casos, como ya he contado anteriormente, han transmitido sus dificultades para encajar la infertilidad, pero son los menos. La gran mayoría reconocen que han pasado por un proceso de reproducción asistida pero sin detalles. Sigue siendo tabú masculino.
.- ¿Por qué cientos de webs de infertilidad femenina y maternidad y muy pocas de infertilidad masculina y paternidad?
Supongo que está relacionado con esta dificultad tan intrínseca del hombre para hablar de emociones y sentimientos. Las mujeres sois más libres para ello y lo canalizáis en foros, webs…
Yo mismo, tras nuestro primer negativo no hice la exhaustiva búsqueda de soporte en Internet que hizo Vanessa; y a día de hoy no sé si se debió a que asumía que no encontraría esa ayuda o que yo mismo no estaba dispuesto a exponer mi experiencia.
.- ¿Ocultan más los hombres que las mujeres que sus hijos son por reproducción asistida?
Creo que por igual. No veo a las madres ir con camisetas indicando que sus hijos son fruto de la reproducción asistida. Sí que lo hacéis en entornos “controlados”, como las miles de seguidoras que tienes, pero en el día a día del supermercado o el trabajo creo que es lo mismo.
Leer también: “Cómo nos afecta la infertilidad anímicamente?
.- ¿Qué podemos hacer para romper tanto tabú y qué podemos hacer para que los hombres exterioricen más sus emociones y no tengan ese estereotipo de pasar del tema?
¡Cambiar la sociedad entera! Si vivimos en una sociedad en la que la expresión emocional masculina no está normalizada, la reproducción asistida no será una excepción.
Si a eso añadimos que la reproducción asistida en sí también es un tema bastante tabú en general, tienes los ingredientes perfectos para que “salir del armario” sea muy complicado.
.- ¿ Si más hombres diesen la cara, este tema daría sería más abierto y se se ayudaría más?
Creo que el problema se origina, básicamente, en la educación sexual básica. Cuando se explica la reproducción, nunca se contempla que pueda ser asistida; en las consultas ginecológicas nunca se aborda la infertilidad y los riesgos que tiene la forma de vida actual (alimentación, estrés, edad…).
Es preciso que este movimiento que entre todos estamos poniendo a andar llegue a estamentos educativos, médicos y políticos que puedan tomar acciones.
.- ¿Cómo fueron tus emociones y sentimientos como hombre?
¡Hemos escrito un libro entero hablando de ello! Así que te puedes hacer una idea de la montaña rusa de ilusiones, decepciones, reconstrucciones personales y momentos de todos los colores que he vivido. Podría decir que mis emociones y sentimientos fueron casi todos, dependiendo del momento.
.- ¿Los hombres también lloran cuando sus amigos tienen hijos y ellos no?
En mi caso no fue llorar, pero sí que me cansé innumerables veces de asistir a conversaciones de caquitas, biberones, guarderías… mientras nosotros no podíamos avanzar. Se llora por dentro, sí.
Leer también: "Ellos también sufren la infertilidad"
Comentarios 2
16 marzo, 2021En 19:38
En el contexto de la humanización de la Medicina, he publicado mi libro "DÓNDE ESTÁN LOS HOMBRES" LOS GRANDES OLVIDADOS DE LA REPRODUCCIÓN ASISTIDA" que da voz a los varones que deben aportar muestras de semen por diversas circunstancias clínicas.
Es un tema muy desconocido, tanto para el gran público como para el personal sanitario. Pocos saben lo que sienten los hombres cuando han de aportar semen por alguna situación clínica, porque nadie parece querer hablar de ello. Existe una intención en mantener ese silencio que queda muy bien reflejada en la frase "es lo único que tienen que hacer" y cierra toda opción para el diálogo. Nadie quiere conocer ni sus quejas ni las razones de las mismas. Por eso, ni ellos mismos saben si sus sentimientos de incomodidad y humillación son comunes en tales circunstancias. Porque ni sus mujeres ni el sistema sanitario conocen el verdadero alcance de ese sufrimiento, pese a que todos los hombres sometidos a esa experiencia coinciden en considerarla innecesariamente pública y sórdida tal y como se realiza ahora.
En este libro ellos podrán verse reflejados, por fin, y conocer hasta qué punto no son los únicos en sentirse de ese modo. Y sus mujeres comprenderán mucho mejor tanto sus reticencias como la tensión que la prueba les genera; con mayor empatía. Asimismo, la población general dejará de contemplar sus cuitas con la irónica indiferencia con la que lo hace actualmente. Y el mundo sanitario conocerá de primera mano algo que prefiere no ver: la agresión psicológica que les ocasionan al solicitar esas pruebas; y comprenderán mejor la naturaleza de las reticencias y las dificultades de estos hombres a aportar semen por muy justificadas que parezcan las razones para hacerlo.
Este libro no sólo describe y denuncia, también aporta algunas posibles soluciones, fáciles de implementar, dirigidas a aliviar el sufrimiento de esos varones durante la prueba. A la vez que responde a preguntas como:
¿La gestación subrogada y la "donación" de semen (gametos en general) son altruismo o explotación? ¿Lo es extraer semen de hombres muertos?
¿Estaría dispuesto el personal sanitario (tanto masculino como femenino) a ejecutar la acción que se solicita a esos hombres en sus mismas condiciones? ¿Lo estarían las compañeras de esos sujetos?¿Lo estarían quienes leen estás lineas? ¿De verdad se trata de un gesto sencillo, íntimo y placentero? ¿Realmente es una prueba como otra cualquiera?
El texto de este libro está muy bien informado (contiene 646 referencias), es de amena lectura y muy ilustrativo, tanto para los sanitarios (estén o no estén involucrados en estas técnicas) como para la población general.
Vale la pena leerlo y recomendarlo a familiares, amistades, colegas y potenciales pacientes.
Sólo puede adquirirse a través de este enlace de Amazon:
https://www.amazon.es/dp/B08J22K23V/ref=cm_sw_em_r_mt_imm_awdb_NOvbGbTGKE0GP.
16 junio, 2021En 13:04
Hola Jesús, me parece muy interesante.
¿Te apetece hacer un IG Live conmigo sobre este tema?
Escríbeme a masola.org@gmail.com