Desde los años 80, se han publicado numerosos estudios acerca de la disminución del recuento de espermatozoides en las muestras de semen analizadas de los varones comparadas con las de la primera mitad del siglo XX.
Sin embargo, también hay revisiones que aseguran que estas conclusiones no son reales, puesto que la interpretación de los resultados analizados de las muestras de semen recogidas en la década de los años 30 y 40, no puede ser comparada con los análisis de las muestras de semen estudiadas con los medios actuales.
Por lo tanto, si bien es cierto que a día de hoy existe mayor exposición a disruptores endocrinos que podrían interferir negativamente en la fertilidad (tabaco, tóxicos ambientales, alimentos procesados…) no disponemos de un estudio que haya podido demostrar que la fertilidad a nivel global de hombres y mujeres haya disminuido en los últimos años.
Existen otros factores que sí están relacionados con la disminución de la fertilidad, como el incremento de la edad materna. La evolución de la edad media de entrada en la maternidad por primera vez en España no ha cesado de incrementarse en el periodo comprendido entre 1975 hasta 2020.
De hecho, la edad media a la que las mujeres tenían su primer hijo en 2020 era de 31,22 años, es decir seis años más que en 1975. Aparte de los datos objetivos de la literatura científica, el hecho de que se den a conocer cada vez más entre la sociedad los problemas de fertilidad, hace que estos sean más visibles.
Sin dejar de investigar los mediadores ambientales como posibles implicados en la disminución de la fertilidad, el incremento de la edad materna y el hecho de que los problemas de fertilidad no se oculten con tanta frecuencia entre los miembros de nuestra sociedad, hace que la sensación subjetiva de que la población actual tiene “más problemas de fertilidad que antiguamente” sea mayor.
- ¿Cómo son los pacientes que acuden a reproducción asistida?, ¿Están informados?. ¿llegan con miedo?, ¿están preparados para lo que puede suponer un proceso de esta índole?
Desde mi punto de vista, los pacientes están informados y acuden la mayoría de las veces ilusionados, nos comentan profesionales de la clínica Fiv Madrid.
El acceso a la información a través de internet, ha facilitado que los pacientes que acuden por primera vez a una consulta de reproducción asistida, vengan con más información y menos miedo a la hora de enfrentarse al proceso.
Sin embargo, lamentablemente las tasas de éxito reales de los tratamientos de fertilidad, son muchas veces inferiores a las esperadas por los pacientes. Todo ello, junto con que los tiempos de los tratamientos son más prolongados de lo esperado, hace que muchas veces los pacientes no estén preparados realmente para lo que los tratamientos suponen, y que se enfrenten con relativa frecuencia a estados de ansiedad y tristeza en relación con el proceso.
En la sociedad actual, estamos acostumbrados a tener casi de todo y en un corto periodo de tiempo. A nivel de reproducción, podemos acortar ciertos plazos, pero siguen existiendo otros que son “necesarios” biológicamente hablando. Estos tiempos de espera son tal vez las situaciones más duras a las que se van a tener que enfrentar necesariamente los pacientes, y para las que muchas veces no acuden preparados.
- ¿El resultado negativo, se entiende que supone una gran desilusión?, ¿Qué porcentaje de familias desisten ante los primeros resultados negativos?, ¿Somos más de tirar la toalla o de persistir?
Como es lógico, cuando un ciclo no tiene el resultado que esperamos, bien por tener un embarazo no evolutivo o por tener un resultado del test de embarazo negativo (beta HCG), siempre supone una gran desilusión para los pacientes.
En función de la técnica empleada, la edad y otros factores individuales a tener en cuenta, podemos informar previamente de la tasa de éxito para cada caso en concreto, que lamentablemente en algunos casos es inferior al 50%. Esto hace, que los pacientes de reproducción tengan siempre en mente la posibilidad del resultado negativo, y estén más “preparados” para afrontarlo.
En nuestro centro, FIV Madrid, a mayor parte de los pacientes continúan intentándolo después de un resultado negativo (alrededor de un 75%). En general, el paciente de reproducción es más de persistir que de tirar la toalla. Nosotros desde la consulta, desde el principio intentamos transmitir que en la inmensa mayoría de los casos de una forma o de otra se logra la meta deseada (recién nacido vivo sano en casa). Son puntuales los casos en los que recomendamos abandonar los tratamientos si consideramos que las tasas de éxito son mínimas.
- ¿Hasta qué punto hacen daño los medios de comunicación con esos titulares de mujeres por encima de cierta edad que parece que han conseguido un embarazo con gran facilidad?
Este es un tema recurrente que tratamos tanto en la consulta como entre los compañeros que nos dedicamos a reproducción. Aunque es cierto que los medios de comunicación nos sirven para hacer visible que es posible lograr la maternidad en pacientes con edad materna avanzada, por otro lado como es lógico, no se facilita la información completa acerca del tipo de tratamiento empleado ni los intentos previos fallidos que haya podido tener la paciente en sí.
El hecho de mostrar en los medios “el final feliz”, por un lado ayuda a motivar a esas pacientes que por edad, hayan perdido la esperanza de ser madres, pero por otro lado lamentablemente da una información incompleta y que en algunos casos puede ser engañosa.
No debemos engañarnos, hay medios para conseguir la maternidad en pacientes con edad materna avanzada, pero hay que ser conocedores de que normalmente es mediante técnicas alternativas a la fecundación in vitro convencional como es la ovodonación y en muchas ocasiones con varios tratamientos previos fallidos.
- ¿Nos cuesta aceptar el diagnóstico médico?
Mi sensación es que en la mayoría de los casos sirve de alivio conocer que existe una causa por la que no se logra el embarazo. Aunque en la sociedad actual cada vez están más normalizados los problemas de fertilidad, en general se asume como “normal” la capacidad de concebir. Para los pacientes, encontrar una razón por la cual no se logra gestación en muchos casos supone un alivio, además, dependiendo del diagnóstico, podemos dar un pronóstico de cara al tratamiento.
Por ejemplo, si nos encontramos ante un factor tubárico (unas trompas de Falopio no funcionantes), en principio el pronóstico del tratamiento mediante fecundación in vitro es bueno. Lo mismo ocurre en aquellos pacientes en los que encontramos un factor masculino. Para aquellas pacientes en las que el diagnóstico es una baja reserva ovárica, las alternativas terapéuticas a día de hoy son más limitadas, pero poder poner un diagnóstico a la subfertilidad en la mayoría de los casos supone una ayuda más para superar el escoyo de no lograr gestación y les sirve para decidirse a dar el paso y poner en marcha el tratamiento más indicado.
- ¿Las parejas se resienten o se fortalecen ante la reproducción asistida?
Los tratamientos de reproducción asistida pueden ser duros y prolongados. Esto sirve para que muchas parejas permanezcan más unidas a la hora de afrontar la adversidad. Sin embargo, como cualquier reto al que pueda enfrentarse una pareja, ambos deben estar en el mismo punto respecto a la meta a conseguir. Si uno de los miembros siente que el otro no está lo suficientemente implicado, esto puede perjudicar a la pareja. Nosotros siempre aconsejamos permanecer unidos, hablarse de las inseguridades que les suponga el tratamiento el uno al otro, pedir ayuda profesional en caso de que la consideren necesaria y sobre todo, intentar no perjudicar lo que tienen por aquello que desean conseguir.
- El entorno… ¿se sigue ocultando?, ¿se sigue viviendo como un tema tabú o hemos avanzado en su visibilidad?
Aunque a día de hoy cada vez se trata el tema de la infertilidad con más naturalidad, determinados pacientes bien por sus condiciones socioeconómicas, sus creencias o las de su entorno, continúan ocultándolo.
La experiencia de los psicólogos que se dedican a la reproducción asistida, es que son precisamente estos pacientes que deciden no compartir el proceso con su entorno, los que más sufren al enfrentarse al tratamiento. Nosotros animamos a nuestros pacientes a normalizar el proceso, a intentar integrarlo en su rutina en el transcurso en sí del tratamiento y a compartirlo con sus seres queridos para poder contar con más apoyo de cara al tratamiento, a las incertidumbres que suelen presentarse y a sus posibles resultados negativos.
Se suele estar pendiente de los pacientes antes y durante el tratamiento, pero cuando se consigue el embarazo se supone que ya todo es felicidad… sin embargo, el desgaste emocional puede tener su impacto durante la gestación y posterior…
- ¿crees que llegará el día en que la atención en el post embarazo también se tenga en cuenta en reproducción asistida?
Sin duda, en nuestro centro nos gusta conocer la evolución de los embarazos y sus posibles complicaciones. Animamos a nuestras pacientes a remitirnos las novedades sobre su embarazo, nos gusta conocer las noticias tanto positivas como negativas. Yo personalmente, además de reproducción asistida hago control del embarazo normal, y me gusta hacer el seguimiento posterior de las pacientes de reproducción asisitida. El manejo a nivel científico en la mayoría de los casos es el de un embarazo de bajo riesgo normal, sin embargo el acompañamiento piscológico de las pacientes de reproducción asistida tiene ciertas particularidades, dadas las dificultades a las que se hayan podido enfrentar hasta lograr el embarazo clínico en comparación con los embarazos obtenidos de forma natural.