Lidia Lorite, ginecóloga en la clínica @FivMadrid, se encuentra ahora desarrollando su tesis doctoral sobre la influencia de la macrobiota en la fertilidad. ¿Hasta qué punto las bacterias malas, las infecciosas, la flora vaginal y endometrial pueden estar influenciando en la posibilidad de embarazarnos? En esta entrevista vamos a descubrir muchas cosas que no conocíamos sobre nuestra flora, cómo detectar cuando algo va mal y qué hábitos nos ayudan a estar más protegidas.
.- ¿ Por qué es tan importante la microbiota en la fertilidad?
“Ultimamente está muy de moda la microbiota y siendo objeto de estudios. Lo primero definir qué es la microbiota porque muchas de nosotras oímos hablar a menudo sobre ello pero no conocemos exactamente en qué consiste.
La microbiota es el conjunto de microorganismos, bacterias, hongos, que habitan en nuestro cuerpo y en principio ayudan a un correcto funcionamiento y forman un ecosistema que mantiene un cierto equilibrio. Estos microorganismos son los que se llaman bacterias buenas, aquellos que no causan patologías..
De hecho cada vez se relaciona más que alteraciones en este equilibrio puede predisponer a ciertas patologías.
Hasta ahora los estudios eran muy limitados porque la única forma que había para hacerlo era la clásica, la de cultivo en el laboratorio; pero solo un uno por ciento de estas bacterias son cultivables y hasta ahora no hemos podido conocerlas porque no se cultivaban. Pero con el desarrollo de las técnicas genéticas estamos descubriendo cada vez más y más microbiota.
En 2007 salió un programa en Estados Unidos denominado – Microbioma humano-, con el que se está intentando tipificar el cien por cien la microbiota del ser humano.
Y gracias a esto se dieron a conocer muchos tejidos, entre ellos el endometrio, que hasta ahora pensábamos que eran estériles, que no había microorganismos en ellos y ahora nos hemos dado cuenta gracias a estas técnicas de que si, que si hay microorganismos y de hecho estamos empezando a ver qué relación tienen y cómo están interfiriendo en las funciones reproductivas.
.- ¿Estos microorganismos nos perjudican, nos benefician… parece que la palabra bacteria es negativa?
“Hay que diferenciar los microorganismos malos, los patógenos, los que causan enfermedad y los microorganismos buenos. La microbiota previene enfermedades, aunque hay que ir con cuidado porque una microbiota nos ayuda cuando está en equilibrio; cuando está en desequilibrio, lo llamamos medicamente una disbiosis.
Cuando tenemos una disbiosis nos puede predisponer a enfermedades. De hecho en el aparato digestivo, que lleva muchos más años en este tema, está relacionada con la obesidad, diabetes, colón irritable. Ahora que estamos empezando a estudiarla en el aparato reproductor, estamos comenzado a ver qué interacción tiene con las funciones reproductivas tanto en la mujer como en el hombre.
.- ¿Cómo podemos saber si tenemos disbiosis en nuestro aparato reproductor?
“La mayoría de las veces son alteraciones muy pequeñas que nos nos provocan síntomas. De hecho varia, y en la mujer varía mucho dentro del propio ciclo menstrual. Varía por la alimentación, por los hábitos y lo hace inclusive de un día a otro.
Es un concepto móvil, para nada estático. dentro de estas variaciones hay algunas que se mueven más hacía la sintomatología, hacía lo patógeno, y es lo que se está estudiando.
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La mayoría, como decía, van a ser de forma asítomática y no van a tener ninguna implicación. Pero por ejemplo en el ámbito vaginal tenemos el concepto de vaginosis bacteriana, que es una proliferación de bacterias que provocan cambios en el olor, picor, escozor, en las características del flujo y predispone a infecciones como candidiasis.
La microbiota vaginal nos protege de dos formas: una forma mecánica porque crea una película que evita que los patógenos malos como hongos se adhieran a la mucosa y por otro lado, confiere unas propiedades químicas de PH por el ácido láctico, aguas oxigenadas que segregan que evita la proliferación de bacterias malas.
Entonces, la mayoría de las veces las alteraciones en la flora no nos va a dar síntomas, y si lo dan son alteraciones muy leves a nivel vaginal. También nos predisponen a otras infecciones. Se ha demostrado que las mujeres que tienen disbiosis vaginal tienen mayor predisposición a tener clamidias. La clamidia si que es como la enfermedad pélvica más importante porque provoca sequedad, infección de trompas o útero, entre otras.
En la mujer, la microbiota vaginal es muy estrogenodependiente. Varía con el ciclo menstrual y dentro de los estados fértil de la mujer. Por ejemplo, en la época menopaúsica cambia y hay más predisposición a infecciones tipo candiriasicas o vaginales”.
.- ¿Cómo podemos saber qué macrobiota o microbiota tenemos?
“A priori, si no hay síntoma alguno no da objeto a estudio. Hay que tener algún síntoma para ello, Esta siendo objeto a estudio en la reproducción asistida por las repercusiones que tiene, buscar embarazo y no conseguirlo.
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Hay varios estudios muy recientes , en la macrobiota endometrial, que relacionan un porcentaje completo de lactobacilos, que es la bacteria más abundante… que cuando hay más de un 90 por ciento de lactobacilos en el endometrio se da mayor tasa de implantación y menos aborto.
Cada vez hay más laboratorios de genética que han sacado sus test para analizar la microbiota vaginal y endometrial. Pero estos test no se utilizan mucho todavía porque queda mucho por descubrir antes de poner tratamientos.
En el caso de la microbiota endometrial, a través de unos test, se coge un poco de tejido y se analiza la flora que hay, inclusive si hay un gen patógeno que nos está provocando infección y no nos estamos enterando y que está modificando las condiciones de ese endometrio y afecta a la tasa de implantación.
Y estos test están enfocados para mujeres que están en tratamientos de reproducción asistida, sobre todo como estudio en fallos de implantación”.
.- ¿Puede afectar a la calidad de los óvulos?
“Puedo afectar pero si tenemos pocos datos en el endrometrio, en este caso de los óvulos estamos todavía muy al principio. Se sabe que hay una flora en el líquido de los folículos e intuimos que esa flora puede afectar a la maduración de ese ovocito pero ahí está… no podemos tipificar qué flora es ni que tratamiento darle…y en el embrión igual, sabemos que hay publicaciones que nos dicen que la flora en el embrión también tiene su importancia pero nos queda mucho por descubrir.
.- ¿Qué podemos hacer por mejorar nuestra flora?
“Hay mucho de moda en esto. De hecho hace un tiempo leí a una cantante de moda decir que aplicando yogur en la parte vaginal mejoraba…Y eso creo creo muchas preguntas en ginecología pero no es así…
Claro que podemos …hay una gama de productos: los probióticos y prebióticos, de supermercado o farmacológicos. Los probióticos son aquellos productos que tienen microorganismos vivos y que los podemos tomar con el objetivo de aumentar esa flora. Los prebióticos son productos que no digerimos pero que ayudan a que estos microorganismos crezcan y se reproduzcan con mayor facilidad. La flora intestinal y vaginal van de la mano.
Es una vía de abordaje los alimentos prebioticos, entre ellos el yogur, pero claro esta recomendación es un tanto absurda y hay que ir con un poco de cuidado porque hay muchos tipos de bacterias y las del intestino y el endometrio no son las mismas; porque los lactobacilus mayoritarios en el yogur no son los que vienen bien a nuestra vagina, para ello en la farmacia tenemos productos destinados y preparados para ello. es preferible la vía vaginal que es la que ha demostrado mayor eficacia. Y es mejor seguir las indicaciones que nos diga nuestro ginecólogo que seguramente primero recomendará el antibiótico para matar las bacterias malas y después el probiótico”.
.- ¿Cómo evitar las infecciones?
“La limpieza es un arma de doble filo. Una limpieza excesiva nos perjudica y mucho porque estamos rompiendo todas las barreras naturales y eliminando las bacterias buenas que nos eliminan de infecciones. Lo de productos especiales no es estrictamente necesario. Un gel de ducha con PH neutro sería suficiente, cuando no hay ningún síntoma. Todas las toallitas de higiene íntima también con mucho cuidado porque también podemos tener ese efecto contrario de eliminar toda la barrera y nos puede hacer ser más propensas a infecciones. El papel higiénico también nos puede afectar, mucho mejor el lavado con agua, porque no deja de ser una fricción, una rotura de la barrera, al igual que la depilación que ahora está de moda, y todo nos protege, el bello nos protege, todo tiene su función, incluso las cremas depilatorias. Muchas técnicas estéticas van en contra de la biología. Es un arma de doble filo y hay que tratarlo con cuidado porque el exceso nos puede perjudicar”.
