Inteligencia emocional para la educación infantil
La inteligencia emocional también conocida como IE es la capacidad de reconocer y comprender las propias emociones, así como las de otras personas. Este tipo de inteligencia es fundamental para la educación por muchos motivos.
Uno de ellos es que las emociones desempeñan un papel en nuestras decisiones cotidianas, ya sea en el trabajo, en las relaciones o en los esfuerzos creativos, como la construcción de una carrera.
El conocimiento de las emociones y los sentimientos ayuda a los padres, madres y profesores a educar y tratar a los más pequeños. No solo eso, gestionar nuestras emociones en momentos críticos es vital para evitar malentendidos y ser un referente educativo para los menores.
¿Para qué sirve la inteligencia emocional?
La mejor forma de aprender y desarrollar la inteligencia emocional es saber detectar las Claves para Gestionar las Emociones entre las que destacan:
- Controlar los pensamientos.
- Practicar el mindfulness.
- Saber comunicarse mejor.
Leer también: “¿Cómo afecta el cáncer a la fertilidad?”
Aprender y dominar estas tres áreas es clave para gestionar la IE. Para ello, nada mejor que el estudio y la formación en una institución experta en dicha temática como es el Instituto Europeo de Psicología Positiva o IEPP.
Y es que para desarrollar la inteligencia emocional no basta con saber reconocer los sentimientos, también es necesario combinarlo con otras destrezas como la comunicación, el control físico y mental, entre otros.
El dominio de estos aspectos mejora el cuidado de la salud mental y emocional de los adultos y también ayuda a los menores.
Esta habilidad permite identificar nuestras propias emociones, comprender las emociones de los demás y alcanzar nuestros objetivos en cualquier ámbito de la vida, educación incluida.
Leer también: "¿Por qué nadie me lo dijo antes?"
El trabajo de la inteligencia emocional debería comenzar en las aulas. La inclusión del desarrollo de las emociones en la escuela tiene muchas ventajas para los estudiantes:
- Potencia la igualdad.
- Minimiza la violencia.
- Contribuye al crecimiento saludable (mental y físico).
Es de suma importancia inculcar estos valores y aprendizajes en los más jóvenes para que al crecer sean capaces de conectar con los demás, mejorar sus relaciones y expresar sus sentimientos.
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es una habilidad multifacética que se basa en percepciones tanto cualitativas como cuantitativas. Esto significa que la inteligencia emocional es importante para identificar qué valores y principios te mueven, con qué cosas resuenas y qué sientes en general.
Al mismo tiempo, también consiste en aceptar y comprender cómo son las emociones y cómo estas influyen en nuestras vidas. Para ello, hay que prestar atención a las decisiones que se toman, cuándo se toman y qué acciones tienen.
Por ejemplo, si sientes estrés es probable que tomes decisiones precipitadas o que reacciones exageradamente ante una situación fácil de evitar si sabes IE.
Leer también: "Donante de esperma habla"
Por el contrario, si te sientes tranquilo y confiados puedes pensar mejor y tomar decisiones inteligentes
Además, es de gran ayuda a la hora de navegar por situaciones difíciles y ser capaces de enfrentarse a cualquier tipo de reto o situación.
Alguien que es hábil en la gestión de sus emociones es capaz de manejar retos difíciles como encontrar un nuevo trabajo o recuperarse de una experiencia negativa como una separación o enfermedad.
Esta habilidad es de gran utilidad para los padres y madres ya que son capaces de transmitir su experiencia a sus hijos e hijas.
Si un niño o niña recibe desde pequeño este tipo de educación tiene más posibilidades de aprenderla y aplicarla de adulto.
Los educadores lo saben y, por ello, cada vez más profesores enseñan habilidades blandas (positivismo, empatía, pensamiento creativo, flexibilidad y comunicación) que están relacionadas con una alta inteligencia emocional.
Leer también: " Diez consejos para aumentar la fertilidad"
Pasos para aprender la IE
Una forma de aprender y desarrollar esta habilidad es mediante la práctica y error. Es decir, informarse, leer y aprender lo máximo posible para desarrollarla. Este aprendizaje es lento y puede resultar incompleto debido a la falta de experiencia.
Otra forma es formarse y obtener como Experto en Inteligencia Emocional. La formación y el estudio es el camino más seguro y rápido a la hora de aprender esta habilidad cada vez más demanda en la sociedad.
Tanto si eres educador, como padre o madre, el aprendizaje de la IE ayuda a tener éxito en cualquier terreno (social, laboral y sentimental) ya que es una preparación para afrontar las luchas y retos cotidianos.
Multitud de estudios e investigaciones corroboran que las personas que tienen una alta inteligencia emocional tienen un gran impacto positivo en las personas que los rodean.
Estos individuos destacan por sus altos niveles de éxito en cualquier terreno donde se desempeñan (laboral, social o afectivo).
Por ejemplo, las personas que son hábiles para identificar sus propias emociones gestionan mejor su comportamiento y niveles de estrés.
Con esfuerzo, dedicación y formación cualquier persona puede aprender esta habilidad tan importante y necesaria en la vida.
Leer también: "Las prendas de punto para el bebé no pasan de moda"
