Rabat, 3 oct (EFE).- El gobierno marroquí no bloquea la concesión de las “kafalas” (tutelas) de niños huérfanos marroquíes que están en curso, que se resolverán “caso por caso”, dijo hoy el ministro de Justicia, Mustafa Ramid, a su colega español, Alberto Ruiz Gallardón.
Según dijeron fuentes judiciales españolas, el ministro Ramid dejó claro que la decisión de otorgar las “kafalas” compete a los jueces y su ministerio no puede interferir en sus decisiones de estos últimos.
Sin embargo, dejó claro que en los procedimientos en curso (44 familias españolas actualmente, la mayoría de ellas en Rabat), los padres solicitantes deberán tener obligatoriamente la residencia marroquí, y más tarde esperar a que el juez otorgue el permiso de salida al niño tutelado.
Ramid insistió además en que debe fijarse un mecanismo para que el niño tutelado conserve su nacionalidad marroquí, su nombre y su religión musulmana, y que quede bajo el control de una autoridad judicial marroquí.
La “kafala”, un concepto de la legislación islámica, no equivale a una adopción plena, ya que el niño tutelado no pierde su filiación ni derechos sucesorios, como tampoco su religión, aunque la realidad es que en muchos casos, al menos en España, se convertía con el tiempo en una adopción plena.
Ramid y Gallardón se entrevistaron dentro de la Reunión de Alto Nivel (RAN) de los gobiernos de España y Marruecos, y según las fuentes la mayor parte de la reunión entre ambos estuvo dedicada precisamente al problema de las “kafalas” actualmente paralizadas.
Según las estadísticas del ministerio de Justicia marroquí, las “kafalas” para extranjeros han seguido una curva ascendente en los últimos años: de las 147 concedidas en 2009, se pasó a 227 en 2010 y 254 en 2011, hasta que en 2012 se paralizó el proceso, coincidiendo con la llegada de un gobierno encabezado por el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), al que pertenece Ramid.
La mayor parte de las kafalas han sido concedidas a familias españolas (y particularmente catalanas), no solo por la cercanía geográfica del país, sino por ser Marruecos uno de los pocos países que permite a una madre sola, y no forzosamente a una pareja, hacerse cargo de un niño abandonado.
El ministro Ramid hizo llegar en el curso de este mes una circular a los fiscales (que son quienes dan el primer informe favorable de “kafala”) para que dieran un informe negativo a todos aquellos padres que no pudieran acreditar una “residencia habitual” en Marruecos.
La circular fue interpretada como el fin de las tutelas para padres extranjeros, pero dejó en el limbo a todos los padres que tienen niños “asignados” y con una relación regular con ellos dentro de los orfanatos, que han visto paralizado su proceso sin recibir explicaciones. EFE