-
En los últimos años, cómo ha incrementado el número de parejas de mujeres que acuden a la clínica?
Según nuestros datos en los últimos diez años ha aumentado un 40 por ciento.
-
¿Qué necesidades tiene este modelo de familia que no tengan otros?
No tienen más necesidades que la pareja habitual, salvo evidentemente porque han de acudir a un donante de semen. El hecho de ser pareja homosexual no la hace necesitar un apoyo especial.
-
¿De qué forma apoya la pareja en este modelo de familia?
Son pacientes ideales porque si alguna de ellas tiene un problema, el tratamiento se puede intentar con la otra mujer. Es decir, tienen doble opción para concebir (si es que la otra mujer lo desea, por supuesto). En cuanto a la parte emocional, creo que también el apoyo que se dan es incluso más completo porque ambas pueden compartir el instinto maternal, algo que muchos hombres no comprenden.
-
¿Buscan solo un hijo o vuelven en busca de aumentar la familia?
No todos vienen a por el hijo único…tenemos pacientes con treshijos con la misma pareja.
-
Con respecto a otros países, ¿en qué posición estamos?, ¿Tenemos muchas parejas de mujeres extranjeras?
España es pionero en los tratamientos para estas parejas. En otros países existen muchas limitaciones que aquí no tenemos. Esta es la razón por la que tantas parejas femeninas acuden a nosotros.
-
Y los hombres, ¿se ven discriminados?
Creo que la situación en la que quedan las parejas homosexuales masculinas es de completa desventaja. La Ley española no permite la subrogación, que es la única vía por la que podrían lograr el sueño de ser padres, junto con la adopción, muy complicada y restringida en algunos países. La Ley obliga a estas parejas a buscar alternativas muy caras y fuera de España. Es decir, tal y como está la legislación hoy en día, la paternidad queda reservada sólo para hombres con mucho dinero y esto en mi opinión se contradice con el modelo de estado de bienestar igualitario del que nos jactamos.
-
La maternidad subrogada…¿en qué posición se encuentra España en estos momentos?
La maternidad subrogada no tiene ninguna posición porque es ilegal. Existen agencias que sirven de puente entre pacientes que lo requieren y madres subrogadas en países donde sí es legal. Esto es un proceso muy caro y engorroso y no exento de riesgos. Ha habido muchos casos en que a los padres no se les ha permitido sacar al bebe del país de subrogación. Podemos donar riñones, partes de nuestro hígado, sangre, corneas, hueso… etc. pero no podemos prestar un útero…
-
¿Qué se podría hacer para evitar esas discriminaciones?
Creo que la única manera de evitar estas discriminaciones es lograr que la gente entienda que la homosexualidad no es una enfermedad. Hay algunos estudios psicológicos que demuestran que hijos provenientes de parejas homosexuales tienen la misma felicidad y rendimiento social que los de parejas heterosexuales. Algunos estudios incluso han encontrado pequeñas diferencias a favor de hijos de parejas homosexuales (mejor rendimiento escolar y menor tasa de “niño problema”). Llevamos milenios con el paradigma de pareja (heterosexual) y creo que hemos visto que en muchos casos no es el modelo ideal… ¿Por qué aferrarnos a ella como si fuera la única opción y no permitir que la gente sea padre sólo por sus preferencias sexuales?
El método ROPA
Para mujeres que tienen como pareja a otra mujer también hay diferentes maneras de vivir la maternidad y, aunque la ley varíe de país a país, la reproducción asistida es una de las opciones más seguras y comunes para el colectivo lésbico.
Las técnicas más extendidas son la Inseminación artificial con semen de donante (IAD) y la Fecundación In Vitro (FIV) con donación de semen. Estas técnicas las realizamos a diario en Institut Marqués, no sólo para parejas de lesbianas sino también para mujeres solteras, ya que junto con otras técnicas como la FIV con donación de óvulos y semen y la Adopción de Embriones, son tratamientos indicados para ambos grupos.
Una opción diferente, menos conocida por su novedad y por el hecho de que únicamente se realiza y es legal en pocos países, es la técnica ROPA, también conocida como Maternidad Compartida (“ROPA” es la abreviación de “Recepción de Ovocitos de la Pareja”). El método ROPA se ha convertido en una elección cada vez más popular entre lesbianas. Como su nombre indica, la principal característica de esta técnica es que el tratamiento de FIV se comparte entre ambas mujeres: una de ellas se somete a la estimulación ovárica y aporta los ovocitos. Éstos se obtienen mediante punción ovárica y son fecundados con semen de donante procedente del banco de semen de la misma manera que en una FIV corriente, con la única diferencia que los embriones se transferirán al útero de la otra mujer, que gestará el embarazo y dará a luz. De esta manera, las dos mujeres participan activamente en traer al mundo a su hijo, siendo ambas sus madres biológicas: la primera como madre genética y la segunda como madre gestante.
En España las parejas homosexuales tienen los mismos derechos que las parejas heterosexuales, y desde el 2005 se permiten el matrimonio y la adopción para todas las personas con independencia de sexo u orientación sexual. Por otro lado, la donación es anónima en España por ley. Por eso, la Ley de la Reproducción Asistida 14/2006 fue modificada para reconocer específicamente que ambas madres son progenitoras del niño nacido gracias a técnicas de reproducción asistida, tanto si han llevado el tratamiento por razones médicas o por elección, y esto último hace que esta donación de óvulos no anónima sea una excepción legal en el caso de parejas lesbianas.
NORA Y ZOE, DOS MAMÁS PARA UN BEBÉ, cuento infantil por la diversidad familiar. Rosa Maestro