El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha reconocido el derecho de una trabajadora a disponer, como familia monoparental, de las ocho semanas adicionales de permiso por nacimiento y cuidado de hijo correspondientes al otro progenitor.
Tras serle denegada su solicitud por la Seguridad Social, el fallo condena ahora al Instituto Nacional y a la Tesorería General a abonar la prestación correspondiente y reconoce su derecho al permiso de 24 semanas, en base a “la protección del menor”.
En ese sentido, han recordado que mientras los menores de familias biparentales en el año 2019, y en base al RD 6/2019, de 1 de marzo, tenían derecho a disfrutar del cuidado de sus progenitores, por un tiempo de 24 semanas (16 + 8), “los de las familias monoparentales solo tenían derecho a disfrutar del cuidado de su única progenitora, es decir 16 semanas”.
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El Alto Tribunal vasco entiende que las normas de protección de la maternidad “han de ser interpretadas” a la luz del principio general del “interés superior del menor”, que se integra en el núcleo familiar con el progenitor, o progenitores, que le prestan atención y los cuidados conforme a lo establecido en el artículo 8 del Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, y al mandato del artículo 39 de la CE.
En la propia sentencia, “se habla de que las familias monoparentales y las mujeres indirectamente, se verían discriminadas de no ser reconocidas esta prestación adicional de 8 semanas, entendiéndose la quiebra del principio de igualdad del articulo 14 de la CE”.
Tras recordar en su comparecencia que la sentencia ha sido recurrida por el Ministerio Fiscal, “algo poco habitual”, la trabajadora ha señalado que esta sentencia “presenta una lectura de género clara ya que la inmensa mayoría de las familias monoparentales están encabezadas por mujeres“.
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Igualar los permisos de maternidad y paternidad no deja de ser solucionar una única discriminación de las muchas que vienen sufriendo este modelo de familia. Y por este motivo, no es la única familia que se ha decidido a demandar por este motivo y otros muchos más.
Las familias monoparentales llevan tiempo pidiendo un cambio en los permisos porque consideran “una discriminación” que sus hijos e hijas sean c
uidados en casa menos semanas que si hubieran nacido en una familia de dos progenitores. Estas últimas disfrutan del permiso de maternidad y paternidad, pero en el caso de las formadas por una madre o un padre, solo del primero.
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Tanto la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS), como la Confederación General del Trabajo (CGT) han impulsado acciones y demandas de esta naturaleza.
Es lamentable que la ley “no contemple la particularidad” de estos hogares y que los menores “y se vean discriminados en su derecho al mismo tiempo de cuidados y protección”
Por otro lado, las familias monoparentales llevan décadas luchando por una Ley que las proteja al igual que otros modelos familiares son protegidos bajo el amparo de una Ley desde 1961.
Aquí, a modo de ejemplo, se anotan algunas de estas discriminaciones.
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Discriminaciones que sufren las familias monoparentales:
- Discriminación fiscal. Existe una “reducción por declaración conjunta” específica que se aplica sobre la base imponible de lo que el impuesto identifica como “unidad familiar”. Esta reducción es más elevada para el caso de las familias biparentales (3.400 euros) que para las monoparentales (2.150 euros).
- En una pareja, el progenitor masculino tiene derecho a 15 días por paternidad; una madre sola debería tener derecho también a unir esos quince días a su permiso de baja por maternidad.
- Las familias monoparentales no fueron contempladas en el bono social ante la subida de las tarifas eléctricas, ni en ningún otro bono social.
- Otros modelos de familia, como las numerosas, independientemente de su renta, optan a ayudas y beneficios de diferente índole (becas, descuentos en trasporte, en polideportivos, puntos de acceso a Insitutos, Universidad)
- Existe discriminación entre comunidades autónomas. Mientras que unas contemplan el carné de familia monoparental – que en su mayoría no sirve para casi nada-, dan ayudas específicas a madres solteras o apoyan los tratamientos en la seguridad social, entre otros, otras obvian que existen las familias monoparentales.
- Las familias monoparentales no optan, aunque tengan dos hijos, lo que las equipararía a las familias numerosas (la responsabilidad es de dos hijos por progenitor y en una familia numerosa con tres hijos, es de hijo y medio por progenitor) a las ventajas que ofrece el carné de familia numerosa a las familias numerosas.