Madre soltera
Últimamente, no sé si ya por mi edad en los cincuenta o por la experiencia, me siento más libre, con más ganas de seguir defendiendo mi vida, mi forma de pensar, mi forma de sentir, de amar o de vivir.
Y últimamente, cada día, cuando me asomo al precipicio de la cotidianidad, veo más caras asustadas, tristes, abrigadas por la rutina y sin dejar un resquicio que asoma al valor, a vivir sin miedo.
Mujeres aún con miedo, que no se atreven a dejar las riendas de un pasado patriarcal y tomar las de sus propias vidas. Las madres solteras por elección lo hemos hecho, hemos roto con el pasado del sinónimo de soltería igual a desdicha y a perder la oportunidad de ser madres.
Rosa Maestro @Masola_Org @rmaestrom
Sentimientos de culpabilidad
Vivimos aún en una época en la que aún persisten en inculcarnos el sentimiento de culpabilidad, de no merecer vivir como queremos sino como nos manden y, sobre todo, volver a vivir con miedo.
Nos han asomado a ese precipicio y nos ha dado vértigo, nos ha dado pavor porque nos lo han dibujado muy negro.
Podcast: "Elegí ser madre soltera por inseminación con donante"
Sí, la independencia no es fácil. Tomar las riendas de tu propia vida y dejar la zona de confort no es nada fácil. Aunque para muchas de nosotras tener pareja ya no es una prioridad y menos para tener un recién nacido entre nuestros brazos.
Búsqueda de la pareja
Pero aún así muchas mujeres siguen en la búsqueda de la pareja como si sin ella no hubiese otro mañana.
Nos lo han tatuado en la sangre, como me contaron una vez mis abuelas (las mismas que me dejaron después ser libre y me educaron en la disciplina de mi libertad – las mismas que me enseñaron a escuchar siempre lo que mi corazón decía), donde muchas aún no se atreve na decir lo que siente, mucho menos lo que piensan, mientras otras han encabezado una verdadera revolución femenina que tendrá que ir encontrando los cauces para equilibrar sus sentimientos con los del hombre.
Leer también: "Amenazas que afectan a las adolescentes en Internet"
No pertenezco a nadie
Un hombre que se tiene que ir adaptando a la nueva mujer, a la que lleva luchando durante siglos por salir a la luz y decir: “Oye, yo también estoy aquí y no pertenezco a nadie, no soy tuya, solo mía; no soy de mis hijos, solo son mis hijos; no soy de mis padres por ser mujer, soy su hija como mis hermanos son sus hijos; no tengo porque ser amante esposa, dulce y callada trabajadora sumisa del poder del hombre, perfecta madre, compañera, amiga, cuidadora, psicóloga… Soy parte del viaje que hago con mi entorno pero no la mula que arrastra con la carga de toda la familia.
Leer también: "Once mujeres feministas referentes del momento que vivimos"
Mujer y trabajo
Una mujer aún en los ancestros del mundo laboral. Las que disfrutan del sueldo rebajado, y no sólo en febrero o agosto, tienen miedo a perder su puesto y callan, y las que ganan mucho más es a costa de aceptar jornadas interminables, fines de semana con el iPhone de su empresa conectadas en proyectos que no son nuestros, sino de nuestros nuestros mandos… y restando su tiempo a la familia, al igual que ellos, vendidas a la implicación y vinculación total con su empresa.
Leer también: "Destacar en tu profesión siendo madre"
Pero cada vez somos menos las que ya no tenemos miedo a manifestar nuestro sentir y a luchar, en primera fila, por nuestros derechos, por nuestras vidas, por nuestro sitio: en la pareja, con los hijos, con los padres, con la familia, con los amigos y en el mundo laboral y social.
Marketing patriarcal
Mientras el miedo sigue ahí… retrocediendo porque al final un buen marketing de ideas retro funciona tan bien como una tienda de moda vintage.
Y empezamos a hacer que nuestros hijas sientan miedo, que empiecen a aceptar el miedo como forma de vida, por el que nos pasará, o el qué dirán, hasta el punto de empezar a acuñar las banderas nacionales de “no al aborto”, “no al matrimonio gay”, “que los homosexuales no tengan hijos”, “que las solteras no sean madres y mucho menos las lesbianas”… un giro de 180 grados a la cutre España, que a estas alturas del partido no se puede aceptar, solo porque cuando te violen un juez diga que fue solo abuso sexual.
Leer también: "Madres solteras de un donante"
Una aplauso a esos grandes brotes que gritan en estas grandes metrópolis ya envueltas en basura, y no solo de esa basura con la que ya convivimos en nuestras calles imitando lamentablemente los campos de cultivo de plásticos de nuestros vecinos del sur, sino también de la basura ideológica que se nos empieza a vender.
Madres solteras que vencen el miedo
Y a mí, a quien le costó muchísimo trabajo vencer el miedo a vivir, que me regaló mucho tiempo perdido en mi vida – y todo por culpa de esa ideología de refranes como “el buen paño en el arca se vende”- , queriendo satisfacer y complacer a los demás…no estoy dispuesta a volverme a vestir con ese traje que muchos se empeñan en decirme que es el que mejor me queda.
Leer también: "Los hijos de madres solteras tienen menos baja por maternidad" Leer también: "Permisos de maternidad y paternidad"
Miedo a confesarle a un chico que me gustaba, miedo a decirle a otro que ni sentía ni padecía cuando me tocaba, miedo a morirme sin atreverme a encontrar el punto G, miedo a elegir la forma de vestir, miedo a saber vivir sola sin la necesidad de ir siempre de la mano de él, miedo a independizarme, miedo a conducir por el mundo siendo mujer, miedo a buscar trabajo y no perderlo, miedo a querer ser madre fuese cual fuese mi condición civil, miedo a superar un mobbing laboral, miedo a reírme cuando me viniese en gana, miedo a adoptar en un país lejano con costumbres muy distintas a las mías, y sobre todo miedo a ser yo…
Leer también: "Subir la autoestima"
Ahora, ahora que vivo sin miedo, que sé que no hay peor tragedia que la de vivir con miedo…
Sube tu autoestima
Y tú, que estás pensando en ser madre sin pareja sopesando cientos de contras y ningún pro, tú que no te decides a dejar esa pareja que tan poco te aporta, tú que no eres capaz de arrimar tu rostro al despacho de tu jefe y decirle que vales tanto o más que tu compañero para ese puesto,… ¿de verdad quieres seguir anclada en el miedo?
Por si acaso estás pensando en vestirte a diario con ese traje o ya lo llevas puesto, recordarte que el miedo es siempre tu peor compañero de viaje, porque se apodera de tu vida, para vivirla él, o lo que es peor, para vivir tu vida quien te “vistió de miedo”.
Leer también: "Por una Ley de Familias Monoparentales"




