Maternidad sin pareja por reproducción asistida. El número de mujeres que deciden afrontar la maternidad en solitario y criar a sus descendientes en el seno de una familia monoparental continúa en aumento.
Principalmente, ha sido la modernización en la mentalidad de la sociedad española y la mejora en las técnicas de reproducción asistida en nuestro país las causas principales que han conseguido que esta nueva concepción de familia cada vez se haga más efectiva, dejando a un lado cualquier tipo de opinión o connotación peyorativa.
Así, se estima que cada año más de 1.500 mujeres sin pareja optan por someterse a técnicas de reproducción asistida, según la Sociedad Española de Reproducción (SEF).
Sin embargo, es cierto que esta idea también puede llegar a originar ciertos miedos e inseguridades a un gran porcentaje de estas madres por elección, frente a aquellas que se encuentran más concienciadas y decididas de formar una familia sin la figura paterna.
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No obstante, encarar la educación de un hijo en solitario y prepararse para su adaptación en sociedad pueden ser dos de las razones que más dudas y más incertidumbre originan en la toma de esta decisión, sin olvidar tampoco la inestabilidad que pueden originar la falta de apoyo emocional y económica.
También es posible encontrar maneras y actitudes positivas para hacer frente, con valentía, a esta nueva forma de vida, sin incidir en motivos ajenos a una misma.
Una de las opciones más beneficiosas para liberarse de cualquier temor que aceche sería la de saber rodearse de las personas adecuadas.
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Por un lado, contando con el apoyo de amigos y familiares cercanos, que sepan entender tu situación personal y no se limiten a prejuzgar tus hechos. Su papel resulta fundamental para abordar la maternidad en solitario con seguridad y decisión, además de proporcionar ayuda a la hora de conciliar esta situación con la vida laboral.
Por su parte, la misma situación económica y el gasto adicional que pueda suponer asumir la maternidad en solitario, también resultan ser temores contemplados por muchas de estas madres por elección. De nuevo, contar con un buen respaldo social se vuelve indispensable.
Por otro lado, además de figuras como las de familiares y amigos cercanos, también son de vital ayuda otras madres que estén pasando -o hayan pasado ya- por esta situación.
Conocer de cerca cada caso podría inspirar y convencer a una misma de que no existen barreras para alcanzar este sueño, además de convertirse en una de las referencias más positivas.
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Escuchar consejos y pautas llevabas a cabo por otras mamás puede servir de mucho para autoconvencerse de esta decisión.
Asimismo, rodearse de buenas fuentes de información también se convierte en una herramienta vital para darte el empuje final que necesitas.
Esta no solo suele ser accesible a través de libros o páginas de Internet, sino que también se presentan como relevantes multitudes de talleres, foros o conferencias que traten sobre ello.
Por otro lado, en el caso de optar por tratamientos de fertilidad, disponer de todo tipo de contenidos y respuestas a tus propias dudas podrá otorgarte mayor seguridad y confianza ante este proyecto de vida.
Tener en cuenta la figura del profesional a la hora de recopilar toda la información necesaria se presenta también como una de las ayudas más relevantes.
De igual modo, muchas de las mujeres que sopesan la idea de la maternidad en solitario se llegan a cuestionar temores como el de si llegarán a ser o no buenas madres para sus futuros hijos.
Simplemente, el hecho de preocuparse por ello ya te convierte en una buena madre, ya que en tu cabeza comienzan a rondar suposiciones y situaciones con relación al cuidado y la educación de tu futuro bebé.
Para ello, además, es importante confiar en tu propio instinto maternal, que te mantendrá en alerta una vez tengas a tu hijo entre tus brazos.
Lo que no significa que el caos y el estrés no lleguen a protagonizar momentos concretos de tu maternidad, pero si te ayudarán a saber actuar en cada uno de ellos.
Por otro lado, también se aconseja evitar atemorizarse por la carga que pueda suponer afrontar su educación en solitario.
Hacerlo sin una figura paterna no quiere decir que no vayas a poder con ello, sino que quizás tengas que dedicarle mucho más cuidado y trabajo para que cada etapa de su vida se desarrolle con total normalidad.
Saber organizarse y sacar el máximo rendimiento al tiempo será la pieza fundamental en esta partida.
Dicho todo esto, solo apuntar que desde MASOLA cuenta con diferentes talleres de Apoyo para superar estos miedos y tomar la decisión de llevar a cabo nuestra maternidad.
Si estás interesada en uno de estos talleres, no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de masola.org@gmail.com