La pandemia del COVID-19 no sólo ha paralizado los tratamientos que se estaban realizando, también puede haber afectado de cerca a familiares y amigos.
Desde el grupo de trabajo de Fertilidad y Reproducción Asistida del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña se ha redactado algunas recomendaciones para los pacientes que están en tratamientos de reproducción asistida.
Hay pacientes que están pendientes de reiniciar cuanto antes el tratamiento de reproducción asistida, porque son conscientes que el tiempo va en su contra. ¿ Cómo lo deben abordar?
Nos enfrentamos a una situación excepcional, que nos provoca preocupación y en los casos en los que se ha producido una pérdida, más o menos cercana, no se ha podido gestionar el duelo en condiciones habituales.
Por ello, mi primera recomendación a las pacientes que han sufrido una pérdida es permitirse un espacio para el dolor, para llorar y aceptar y poder mirar al futuro. No se debería iniciar el tratamiento si se está en la fase aguda de este duelo.
Por otro lado, también hay personas preocupadas por la seguridad sanitaria de las clínicas, ¿es racional este miedo?
Es una reacción normal y saludable ante situaciones desconocidas. Estas personas han de saber que ningún centro u hospital va a reiniciar la actividad sin unas guías de actuación seguras. La seguridad es lo primero.
Las personas que puedan tener tendencia a desarrollar hipocondría y, por tanto, miedo exacerbado a acercarse a un centro de salud reproductiva, deberían contactar con el psicólogo de la unidad antes de reiniciar el tratamiento.
¿Cómo se puede gestionar la incertidumbre del presente más inmediato con el deseo de un embarazo?
No podemos controlar lo que ocurre, pero podemos controlar cómo respondemos a esa situación. Podemos elegir controlar nuestros pensamientos y mensajes internos, racionalizando y analizando cuáles nos ayudan y cuáles sólo nos inquietan, sin aportarnos nada. Los psicólogos del ámbito de la reproducción asistida proporcionamos las herramientas para gestionar estos pensamientos.
Para minimizar los pensamientos negativos, proponemos escribirlos, relativizarlos y detectar las posibles distorsiones.
Nuestro objetivo es aumentar las endorfinas, focalizándonos en los aspectos positivos de la situación que nos toca vivir. Hay que cuidar la convivencia en casa, y trabajar de forma consciente en la relación, fomentando y manteniendo una comunicación eficaz mediante la escucha activa, la empatía e intentando ser asertivos.
Y las mujeres que, por un motivo u otro, viven solas, ¿como pueden gestionar la angústia o el miedo?
En el caso de la mujer sin pareja, les recomiendo prestar atención en no dirigir la irascibilidad hacía una misma. No es culpa de nadie, no lo podías evitar y el futuro es incierto pero la incertidumbre puede acabar en un resultado positivo.
Hoy en día las tecnologías nos lo ponen más fácil para realizar múltiples actividades virtuales. Busca contactar con personas de tu entorno, conversar sobre aquello que nos preocupa, nos alivia y nos ofrece una perspectiva diferente. Recuerda que la soledad es un estado mental y no físico.
¿Cómo se puede minimizar la ansiedad en un momento de incertidumbre como éste?
La percepción de un hecho es lo que nos hace reaccionar de una forma u otra, al mismo. Mientras para algunos estos parones en los TRA son “un fastidio”, “siempre me pasa a mí”, “pillo todo lo malo”, etc. para otros este tiempo puede ser convertido en un regalo con el objetivo de ponerse en forma física y mentalmente.
Es importante mantener rutinas, ejercicio diario, respetar las horas de sueño y de descanso y realizar actividades que ayuden a rebajar el estrés como realizar meditaciones guiadas, técnicas de relajación, mindfulness y/o yoga. Hay en internet gran variedad de propuestas.
En el caso de que el malestar persista o creas que no puedes gestionar la situación contacta con un psicólogo del ámbito de la reproducción asistida, tanto para resolver dudas como para personalizar las herramientas de afrontamiento que necesitas.
Y acabado el confinamiento, ¿qué?
Nos vamos a ir adaptando paulativamente a la nueva realidad. Afortunadamente el ser humano tiene una capacidad de auto superación innata. La resiliencia humana es frecuente, real y universal.
Hoy más que nunca debemos vivir el presente, y confiar en las recomendaciones de protección y en los profesionales sanitarios.
Dra Montse Roca de Bes, psicóloga especializada en reproducción asistida