MI VIAJE A CUBA CON HIJAS
LLevaba años, por no decir décadas, con Cuba en la mente. Pero es verdad que antes de nacer mis hijas no se dio la oportunidad y luego fueron pasando destinos y destinos hasta llegar por fin a Cuba.
Y lo hicimos en plenas Navidades.
¿Qué ruta elegimos para esta primera vez en Cuba?
La Habana – Cienfuegos – Trinidad – Playa Larga – La Habana
Sí, nos dejamos el Caribe más azulado para otra vez.
Total días: 9 días/8noches.
Cienfuegos
LLegamos a Cuba y no nos creíamos lo mucho que llovía, de hecho el primer día en La Habana, que fue fundamentalmente para cambiar nuestra sim española en el móvil por una cubana, estuvo lloviendo y bastante. Así que no dudamos en salir rápidamente para Cienfuegos.
La ciudad es conocida como La Perla del Sur ó la Linda Ciudad del Mar.Desde el año 2005, su centro histórico ostenta la categoría de patrimonio cultural de la humanidad por ser un ejemplo de higiene, orden y modernidad de las ciudades fundadas en Latinoamérica en el siglo XIX. Y en verdad que fue la ciudad más limpia en nuestro camino.
Nos sorprendió gratamente y, para conocerla bien, reservamos uno de esos tour gratuitos (luego das una propina al guía) que nos contó de perlas toda la ciudad y nos la hizo patear, pero bien pateada.
Cienfuegos es la única ciudad en Cuba fundada por colonos franceses bajo la corona española. La arquitectura de Cienfuegos así como su elegante y perfecto trazado neoclásico hacen de esta urbe una joya única.
Le dedicamos un día y medio, y la verdad es que aunque es suficiente, nos supo a poco, pero es que toda Cuba nos fue sabiendo a poco. Palacios europeos, el segundo malecón más largo del país y mucho ambiente nocturno. Y qué decir del teatro en el que cantó el famoso tenor italiano Enrico Caruso.
También visitamos el Hotel La Unión, que es muy recomendable para alojarse a precios europeos. Se trata de dos antiguas casas de dos hijas terratenientes que se unificaron y dieron paso al hotel. Tiene una terraza con ambientazo por la tarde-noche y sus atardeceres son mágicos y desde donde disfrutar de unas espectaculares vistas desde la terraza. Fue inaugurado hace mas de 150 años.
Si disponemos de poco tiempo (aunque nosotros insistimos que vale la pena pasar más tiempo en la ciudad), lo que hay que ver en Cienfuegos sin falta es el Parque José Martí que realmente sería la Plaza de Armas, la más importante de la ciudad.
Es una plaza grande muy arbolada rodeada de edificios coloniales que te llevan a transportarte e a otras épocas.
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Los edificios más importantes que hay que ver son: el imponente Palacio de Gobierno, quizás el edificio más fotografiado de la ciudad con su cúpula de color rojizo; el Palacio Ferrer, construido en estilo modernista catalán, a cuya torre se puede subir para contemplar las vistas de la plaza; el Arco de Triunfo levantado por obreros de la ciudad para conmemorar la independencia cubana; el Teatro Tomás Terry, un edificio muy elegante construido con muchos elementos de la arquitectura italiana; y la Catedral de la Purísima Concepción, una iglesia construida al estilo neoclásico con unos vitrales tintados franceses muy bonitos.
Fue allí, en Cienfuegos, donde la familia de la casa donde nos alojamos nos aconsejó que no nos fuésemos sin ver dos imprescindibles en sus alrededores: “El Nicho” y la “Laguna Guanaroca”.
El Nicho
Y no se equivocaron. A la mañana siguiente llegó un taxi, uno de no oficiales, y fue un milagro sobrevivir a ese carro, aunque la verdad es que también fue toda una aventura.
Salimos de la casa y nos encontramos de pronto en un Mercedes de 79 años, según dijo su dueño, con un cartel enorme que decía Cienfuegos.
Caber cupimos pero ay amigas cuando empezó a llover y saco un limpiaparabrisas de debajo del asiento porque los tenía rotos y una puerta no cerraba.
No sabíamos si reír o llorar, aunque imaginamos que esto también es Cuba.
Y de ahí camino de las cascadas. A pesar de que la mayor parte de la provincia de Cienfuegos se encuentra en la verde Sierra del Escambray sólo puede visitarse este pequeño pero bellísimo paraje protegido. El Nicho es un enclave del Parque Natural Topes de Collantes. Su nombre proviene de una preciosa cascada de aguas cristalinas que hay en el río Hanabanilla.
LLegamos a El Nicho sobre las 12 del medio día, y la verdad es que estas cascadas son de las más bonitas que he visto pero el camino hasta ellas es único; bueno. único lo que se dice único, no porque me recordaba mucho a Costa Rica.
Llegamos a Trinidad casi de noche y ¡cuidado!, es allí donde de pronto dijo que no sabía bien donde se encontraba nuestro alojamiento (que luego nos enteramos que era porque era un taxista no oficial) y llamo, dijo, a un amigo que vino a recogernos con otro vehículo, ya que al vivir en Trinidad conocía bien la ciudad.
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Éste comenzó a dar algunas vueltas y a decir que no encontraba la calle y luego cuando la encontró nos advirtió de que estábamos muy lejos del centro, como a 40 minutos, cuando la reseña de la casa de Liliam ponía que a menos de 10 minutos andando.
Le dijimos que eso no era posible e insistió y nos ofreció la casa de una tía suya, que decía estaba también muy bien .
Cuando dimos con nuestra casa, la dueña nos comentó que es una practica habitual y que si no es porque la teníamos pagada, nos podría haber alojado en casa de su tía que era su intención. En definitiva que se buscan la vida como pueden.
Agostadas nos quedamos en la terraza de la casa de Liliam, divina, estupenda noche, parloteando y descansando. A la mañana siguiente el desayuno de Liliam fue uno de los mejores, con un guacamole que nos hacía su marido y un zumo de papaya que quitaba el sentido.
Trinidad
Y volvimos a acudir a nuestra cita de visita guiada. Os puedo decir que si hay algo que me ha gustado en Cuba ha sido Trinidad. ¡Qué ciudad tan bella y cómo puede conservar el espíritu de la época colonial tan bien!
Trinidad, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con el Valle de los Ingenios (donde se producía el azúcar entre los siglos XVII y XIX), es una de las ciudades coloniales mejor conservadas de América.
A pesar de su reducido tamaño hay muchas cosas súper interesantes que ver en Trinidad. Fue fundada en 1514 por el conquistador Diego Velázquez.
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Vivió su época de esplendor entre los siglos XVII y XIX cuando el negocio de la producción azucarera en sus ingenios la elevó a un destino puntero a nivel mundial gracias a estas factorías de azúcar (y consecuentemente de ron).
Todos los atractivos que ver en Trinidad se concentran en torno a la Plaza Mayor, un lugar de lo más coqueto rodeado por palacios convertidos en museos, iglesias y casas coloniales ideales.
El empedrado, nos fue contando el guía, en el centro de Trinidad es el mejor conservado de Cuba y la razón principal es que tras la abolición de la esclavitud y el descalabre del negocio del azúcar la urbe se sumió en la pobreza. Justo esta fue la clave de su preservación: al no haber dinero, no hubo cambios.
Los ricos sin esclavos no pudieron mantener su nivel de vida y emigraron, dejando a Trinidad detenida en el tiempo. Lo cierto es que la visita guiada fue una maravilla y, este cubano, tuvo tiempo hasta de enseñarnos a bailar.
No puedes irte sin ver La Iglesia de la Santísima Trinidad, el Palacio Cantero, el Museo Romántico. Y todas sus calles, sobre todo las que rodean a la plaza, llenas de color y de encanto. Pero además si quieres llevarte algún recuerdo, éste es tu sitio, porque está llena de mercadillos de artesanía.
Y repleta de lugares donde tomarse el típico cóctel de Trinidad, la cachanchara y escuchar música en vivo y en directo. Nosotras elegimos uno que lleva su mismo nombre “Cachanchara” y pasamos un rato espectacular.
Para los más jóvenes, porque nosotras terminábamos sin sentido, a las 23 horas abren una discoteca típica cubana, La Cueva, donde todo el mundo va.
Y bueno, iba siendo hora de ir a la playa. Generalmente huimos de los complejos turísticos, así que como Playa Larga nos quedaba mejor, allí que fuimos. Y fue un acierto, aunque es verdad que al final nos venimos con mono de playas más azules y tranquilas.
De camino a Playa Larga nos detuvimos a ver la Laguna Guanaroca.
Laguna Guanaroca
Ya lo intentamos de camino a Trinidad pero resulta que tienes que ir con tiempo porque sólo tienen dos barquitas con tres plazas en cada una y el recorrido es de casi una hora, con lo que pocos pueden visitarla al día.
Su precio es irrisorio pero no la colonia de flamencos rosas que allí habitan y que tuvimos la gran suerte de poder ver volar en ese silencio que la laguna nos trasmitía.
La Laguna de Guanaroca es formada por el río Arimao antes de desembocar en la Bahía de Cienfuegos.
Esta resplandeciente laguna salina se encuentra rodeada de manglares y es un auténtico paraíso para la observación de las aves.
Playa Larga
A pocos kilómetros del centro de Trinidad se encuentra Playa Ancón, en el Caribe cubano.
Si bien no es tan espectacular como Los Cayos, me gustó porque es muy auténtica.
Y ahí que nos quedamos un día, disfrutando de sus playas y haciendo excursiones a la Cueva de los Peces para hacer snorkeling, aunque es mejor Punta Perdiz porque hay menos turistas; y de ahí a la maravillosa Playa Girón, donde comimos con los pies descalzos, a pie de playa, en un chocita, el mejor pescado fresco desde hacía tiempo, la chocita de Ruben.
Una familia encantadora y que cocina como si fuese un chef Michelin. Nos dieron las horas hablando con ellos, contándonos cómo se les quemó su barecito y su idea de venirse a España, a Galicia donde ya lo querían contratar por lo bien que cocina.
La Habana
Qué os puedo contar de La Habana que ya no hayáis oído. Desde luego, no vi nada diferente a lo que me han contado tantas veces porque La Habana sufre pocas transformaciones.
La ciudad, su colorido, su alegría, su vida… me la llevo conmigo como un tesoro. Por supuesto, vas a encontrar miseria, pobreza, suciedad y una población desesperada por salir de la isla.
Lamentablemente a ellos les faltan muchas cosas, pero para los turistas hay de todo. Así es el mundo.
Lo que más me fascinó fue La Habana Vieja. Su ambiente es para alegrar el día a cualquiera. Y pasar allí la noche de fin de año encontrándote en cada esquina gente bailando y celebrando fue único. Allí a la 12 la costumbre es tirar por la ventana un cubo de agua para sacar fuera todo lo malo del año.
Por supuesto volvimos a coger otro de esos tours de tres horas gratuitos (cada uno da lo que cree después al guía) en el que nos explicaron, contaron y no solo sobre el patrimonio de tan única ciudad, sino sobre su historia y su vida en la actualidad.
Aconsejo coger este tipo de tour porque después cada paso que des por la ciudad es diferente.
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¿Qué te llevan a ver estos tour?
Durante este recorrido visitamos las cuatro Plazas principales construidas a mediados del siglo XVI; y las calles que las interconectan, e interactuamos con su maravillosa arquitectura colonial.
Ahí sobresalió, al menos para mí, el Centro histórico de Habana Vieja, que alcanzó en 1982 la condición de Patrimonio Mundial otorgada por la UNESCO en reconocimiento a su valor universal excepcional.
La Habana tiene un aura especial, y tan especial que yo no pude dejar de mover los pies, de maravillarme, de hablar con sus gentes, de quedarme una hora en una exposición charlando con sus escultores, de parlotear con la gente que te pide ayuda en la calle y te cuenta sus vida…
Es verdad que La Habana ni se olvida ni se supera jamás y que según despegas de vuelta a casa, te dices: “Hasta pronto” porque sabes que si la vida te deja volverás.
Y lo mejor que puedes hacer es durante unos cuantos días es deambular por sus calles.
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Acercarte a La Bodeguita del
Medio (el mojito aquí es caro pero escuchar su música es gratis), tomar una piña colada en el mitico Hotel Nacional, acudir a bailar por las noches al Malecón (personalmente es lo que menos me gustó), pararte a tomar un daiquiri en La Floridita, dejarte impresionar por la Plaza d
e la Revolución concebida en los años 20 por el arquitecto paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier, en la que se encuentra la sede del Gobierno Cubano. alquilar un coche americano de los años 50 con chofer y hacer un circuito con el pelo al viento (totalmente recomendable y no pagues más de entre 25-30 euros por ello), acudir al Club Las Vegas y romperte con uno de sus espectáculos (solo adultos), salir de fiesta en La Fábrica de Arte Cubano (F.A.C), un espacio cultural interactivo de lo más vanguardista (llegamos hasta sus puertas y nos pillo cerrado y esto te puede pasar en todo – pero el viaje de regreso por 10 céntimos en un guagua local llena de jóvenes que se iban de fiesta a El Vedado no tiene precio), trasladarse en los bici taxis (entre 300 cups y 600 cups dependiendo del trayecto) o acudir a alguna de las playas del este, pero a mi tampoco me emocionaron demasiado (me quedó pendiente la Cuba playera).
Son tantas y tantas las cosas que puedes hacer, que hicimos y que no hicimos que mejor que llegues hasta allí y lo disfrutes a tu estilo.
- Cambiar dinero: Allí lo de sacar dinero con la tarjeta de crédito o pagar con ella no es fácil. Pocas ciudades tienen algún cajero bancario y además es un lío, por lo que decidimos llevar dinero en efectivo. Además, Una vez allí, comprobé que algunas de mis aplicaciones bancarias no funcionaban por lo que creo que hicimos bien; y también nos dimos cuanta de que en la mayoría de las ocasiones nos pedían pagar en euros ya que es con la moneda que ellos pueden comprar todos los productos importados internacionalmente (los pocos que llegan), con lo que cambiamos poco dinero, unos 300 euros para gastos menores.
- No te recomiendo que cambies mucho dinero porque luego vas a tener que pagar en euros y te quedas con él. ¿Dónde cambiar? En los Bancos oficiales o aeropuerto el cambio es perjudicial; mejor en el mercado negro y para estar seguro mejor hablar con alguno de los dueños de las casas de alojamiento o el taxista que siempre tiene un amigo que te lo puede cambiar; también puedes cambiar en los restaurantes, casas donde duermes, tiendas, bares. El cambio oficial cuando nosotras fuimos (Navidades 2022) era de 1,30 cups por 1 euro y en el mercado negro lo llegamos a cambiar a 1,60 -1,70 – y 1,80 cups por 1 euro. La diferencia es importante.
- El móvil, los datos e internet: como ya te habrás imaginado allí apenas hay wifi y a no ser en grandes hoteles, si lo hay no funciona o va tan lento que mejor ni intentarlo.
- La mejor opción es comprar una tarjeta SIM cubana de la empresa ETECSA, y las puedes comprar por horas de utilización o una ya cargada de 1 a 5 GB. Normalmente en el sitio oficial suele ser de 1GB pero lo que nos ocurrió y no es nada sorprendente es que haciendo la cola, salió un empleado y grito: “No nos quedan tarjetas sim”.
- En estos casos están los vendedores en la calle a quienes se las puedes comprar con total tranquilidad. Te costará una tarjeta 20 euros, pero ¡ojo!, comprueba los gigas que te ponen, porque muchas veces son de segunda mano y te puedes encontrar con que no es real la recarga. Mínimo tres gigas. En la calle Obispo, cerca de las oficinas de ETECSA, la adquieres fácilmente a los vendedores callejeros.
- Y no lo dudes, cómprala al inicio del viaje porque de lo contrario te va a resultar muy complicado comunicarte. Estos vendedores se encargan de insertarla en tu móvil y que puedas manejarte con ella como si estuvieses con tu propia tarjeta SIM.
¿QUÉ ES IMPORTANTE SABER?
- Comer o cenar en restaurantes en Cuba: comer en Cuba puede ser todo lo barato o caro que quieras.
- Lo más barato es optar por la comida criolla (hemos llegado a comer por 13 euros seis personas) y la verdad es que es una comida exquisita, aunque a veces no queda otra que entrar en algún sitio más turístico donde lo hemos hecho por unos 8 euros/ persona. También tienes restaurantes más europeos aunque en nuestro caso solo estuvimos en dos y ya en La Habana. El Biky, con unos platos especialmente exquisitos de comida tanto cubana como internacional donde puedes desde desayunar hasta cenar Y la Fonda Al Pirata que no es ni cara ni barata y aunque los platos están muy bien te encuentras con que muchas veces no tienen nada más que una parte de la carta; claro que esto suele ocurrir bastante a menudo en el país. En Cuba también te aconsejo que si puedes hagas un pequeño exceso y reserves en El Restaurante La Guarida. Si, estamos seguras de que te va a recordar a una película, “Fresa y Chocolate”, que se rodó allí. Escondido entre las calles de la ciudad, te sorprende por ser precisamente eso, una guarida. Tiene un ambiente muy europeo y de hecho te da la impresión de no estar en Cuba. Una terraza maravillosa y un encanto muy recogidito. Ah! se me olvida, una decoración vintage y precio medio por persona está en unos 30 euros. Sus platos son principalmente internacionales.
- .- En Cienfuegos cenamos en Casa Prado, y nos encantó. Las raciones generosas y comida muy buena. Todo amenizado con música en directo en la terraza. Muy recomendable. Si vais por la noche, compartid plato porque la cantidad es más que suficiente. El precio por persona fue de unos 15 euros. Por supuesto los hay que puedes comer o cenar por mucho menos.
- En Trinidad, no lo dudes, ninguno de los restaurantes te van a ofrecer comida tan buena y tan barata como Doña Clara. Se recomienda pedir la cocinas caribeña y cubana; es exquisita y super barato, muy barato. Ni lo dudes.
- En Playa Larga y Playa Girón. En la primera, ¡Ojo! porque en los restaurantes de la playa te cobran a precio americano, carísimo. Te recomendamos un restaurante que está algo más recóndito, que son encantadores y que se come super bien y buen precio, el mejor de la zona. Es el restaurante que tiene el Hostal Don Luis. Y en Playa Girón, un lugar mágico, sin duda a pie de playa, en el chiringuito de Ruben´s Big Blue Beach Bar donde los platos de pescado, pulpo o cangrejo fresco, fresquísimo, aún no he olvidado.
- Las tiendas de recuerdos y artesanía: Quizás el sitio más económico son los almacenes San José, aunque por toda La Habana Vieja vas a encontrar qué traer. Tampoco te vas a dejar mucho dinero en ello.
- El alojamiento en Cuba: Puedes ir de hoteles, aunque es más caro. Nosotras preferimos ir a casas de cubanos. El alquiler es muy habitual con lo que no hay problemas de hacerlo incluso in situ, pero te aconsejo que uses una de las plataformas de alquiler porque ahí tendrás más referencias y fotos de las casas, así como las opiniones de otros viajes. En casi todas ellas te ofrecen desayuno solo que hay veces que aunque tienes comida de sobra no te encuentras con todo por la escasez de ciertos alimentos como la mantequilla o la leche, que te la sirven en polvo. Los que nosotras escogimos estuvieron bastante bien y decirte que 9 días, 8 noches, el precio por persona y noche medio no llegó a los 10 euros, es decir 88 euros por persona 9 noches. ¿Barato verdad? Además esto nos permitió conectar con la gente cubana, hablar con ellos, que nos contaran sus problemas, su situación, charlar por las noches en sus lindas terrazas y que ellos mismos nos aconsejaran qué hacer o qué ver; hasta localizarnos el taxi para el día siguiente.
- Fiesta y bebida en Cuba: Te la encuentras en cualquier parte y hay multitud de sitios para ir de fiesta. Hay lugares que con espectáculo son caros. Nosotras optamos por no ir a una sala de fiestas porque eran caras y hacer la fiesta en los que nos encontrábamos por la calle.
- Transporte en Cuba: Puedes transportarte en los autobuses turísticos pero estás un poco pendiente de cuándo pasa y si pasa. Los horarios están puestos por poner algo y es que en Cuba hay un grave problema de suministro de combustible, con lo que si te pilla que no venden combustible pues el bus no pasa. También puedes alquilar un coche pero ¿y si te quedas sin gasolina a mitad de camino? Con coche propio, aunque el precio de la gasolina es barato (que no el alquiler) te pasas el viaje de gasolinera en gasolinera a ver cuál de ellas tiene combustible. Por eso nosotras decidimos que los trayectos los haríamos en taxi.
- Y ahí el tema, que tienes taxis oficiales y no oficiales. Los no oficiales son más baratos pero están en peores circunstancias y también te puede pasar de todo en el camino, como que a un kilómetro del destino llamen a otro coche y tengas que cambiarte de vehículo porque al ser ilegales si se acercan a la ciudad y les pillan tienen multa. Por eso mejor los oficiales, donde hay seguro, y son mejores coches sin lugar a dudas.
- Precio por trayecto: La Habana a Cienfuegos (15o€), de Cienfuegos a Trinidad visitando El Nicho (150€), de Trinidad a Playa Larga visitando la Laguna Guanaroca (120€) y de Playa Larga a La Habana (150€).
- Vuelos: Tienes que bucear en internet, buscar y buscar y con mucha antelación para encontrar buenas ofertas. Claro, que esto significa que puedas perder el vuelo si al final no puedes ir, aunque para ello lo mejor es cogerse un seguro de cancelación. Si te esperas a último momento los precios son desorbitados y, además, no sé cómo pero el ordenador coge tus cookies y cada vez que miras van subiendo. Puedes encontrar vuelos a muy buen precio (cerca de los 650 euros ida y vuelta)si buscas con tiempo.
- Free Tours: Fundamentales para conocer bien las ciudades. Generalmente los guías, locales, están muy bien informados y te cuentan más allá de lo que dice el tour. Por supuesto reserva con tiempo porque te puedes quedar sin él y déjale algo de propina porque viven de ello. Hay gente que no les deja nada, y nadie vive por amor al arte.
- Viajar con niños: Cuba me pareció un país muy seguro y maravilloso para viajar con hijos. Por supuesto le pondría una edad: por encima de ocho si hacemos turismo de playa y si vamos a recorrer el país por encima de 11-12.
- Seguro médico: Es obligatoria y además el tema de hospitales no está muy bien, con lo que hazte con un buen seguro que te pueda cubrir todo en la isla. Y llévate todo tipo de medicamentos, para ti y para ellos, porque allí es complicadísimo encontrarlos. Y cuando digo todos, todos los habituales y los tuyos propios. Nosotras sacamos uno muy completo por 165 euros la tres para los 9 días.
- Vacunas: Para viajar a Cuba no hay vacunas obligatorias, aunque es recomendable tener las siguientes vacunas antes de emprender vuestro viaje: hepatitis A, hepatitis B, tifoidea y la rabia.
- Ropa: de verano, pero no olvides algo de abrigo y chubasquero si vas en invierno. Te puede llover algún día y una chaqueta no está de más para alguna que otra noche. Mi consejo es que lleves ropa que no te de pena dejarla allí. Yo traje la maleta medio vacía.
- ¿Qué llevar para regalar?: Medicamentos (no tienen), jabón y artículos de higiene (caros y difíciles de encontrar), ropa, y material escolar (puedes dejarlo en un colegio)