Foto: revista Lecturas
Támara Gorro lo hizo sencillo. Habla con tanta ternura y naturalidad de la Gestación Subrogada que a muchos les despejaría la duda de que este tratamiento de reproducción asistida, prohibido en España, es uno más. Uno de muchos tratamientos que permiten que las personas puedan tener una familia.
Rosa Maestro @Masola_Org @rmaestrom
Tiene sus detractores, sobre todo en los grupos feministas que gritan que las mujeres “No somos vasijas”, pero lo cierto es que aquellas que donan su vientre para que otras puedan ser madres, no son vasijas, son donantes. Igual podría verse la donación de óvulos, de embriones, de órganos, de sangre…
Pero el hecho de que esté prohibido hace que muchas personas tengan que recurrir al extranjero para poder optar a la Gestación Subrogada, y otras muchos se queden sin poder hacerlo por el elevado coste de este tratamiento de reproducción asistida.
Barreras que no terminan con la vuelta a España, sino que en muchas ocasiones se convierte en un cuesta arriba diario para muchas mujeres.
Escuchaba a una de ellas durante el pasado IV Simposio de la Revelación de los Orígenes.
Narraba su periplo por Georgia, la afinidad y el cariño que encontró en la mujer que durante nueve meses cuidó de su hijo, de sus miedos, de ese estar horas pegada a un teléfono esperando saber algo de su hijo, esperando que la noticia que recibiese fuese buena….
Por un momento me sentí identificada en esa espera e incertidumbre durante la adopción de mi hija. Y de pronto sentí la misma felicidad que ella mientras contaba cuando el avión aterrizó en España, cuando ya acababa el periplo.
Sin embargo, ese descanso emocional que yo obtuve con la adopción plena de mi hija, me di cuenta que ella aún no lo tenía.
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¿Por qué? Porque según la Ley española, “madre es la que pare” y aunque el óvulo sea de una, lo parió otra y cruelmente nuestra ley no lo asume.
¿No es del todo incongruente que pariendo con un óvulo donado el hijo sea nuestro pero si pare otra mujer con nuestro óvulo genético no lo sea?
Foto: telecinco.es
¿No es ya suficiente lo duro que es un embarazo a 4.000 o más kilómetros? Solo en California está regulado de tal forma que una vez despega el avión con destino a España, ambos padres son legalmente los progenitores. En Georgia, como en otros sitios donde la Gestación Subrogada está permitida, no.
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En estos casos el hijo es legalmente del varón y de la gestante, cuando se trata de una pareja. Un duro golpe para los derechos de una madre con relación a su capacidad reproductiva.
Foto: telecinco.es
Cuando estas mujeres llegan a España con sus hijos se encuentran con que: no pueden obtener la baja por maternidad (solo podrá hacerlo en el momento que adopte a su propio hijo), no puede pedir una excedencia laboral ni una reducción de jornada, ni los 100 euros mensuales por ser madre trabajadora.
Dejan a sus hijos en un lugar de indefensión porque tampoco pueden heredar en caso de que les suceda algo, no pueden hacer nada sin el consentimiento de sus maridos o parejas – como antaño -, no pueden asistir a las tutorías de sus hijos, ni arreglar cualquier simple y sencillo papel. A todos los efectos no son sus madres.
¿Cuando dejaremos de pensar que la maternidad o la paternidad requiere ADN en lugar de afecto?
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Comentarios 2
26 mayo, 2021En 9:11
Pero si el ovulo tampoco era suyo! En cada entrevista cuanta una mentira nueva. ¿Qué dice de derechos de una madre respeto a su capacidad reproductiva? La maternidad no es un derecho, es un deseo. Tu deseo lleva a la explotación y trata de mujeres, por tanto tu deseo atenta contra los derechos humanos de otras personas. Te has comprado una persona para hacer negocio.
16 junio, 2021En 12:58
Las mujeres tenemos que aprender mucho más sobre nosotras mismas, y sobre todo a desaprender todo aquello que nos ha contado el patriarcado y el machismo. Ser madre comienza por el respeto a otras madres y ese respeto también incluye respetar la forma por la que cada una de nosotras llegamos a ser madres sin juzgar por lo que nuestras limitaciones o creencias no nos dejan hacer a nosotras mismas.