En las últimas décadas, diversos estudios científicos han señalado una tendencia alarmante: la disminución en la calidad del esperma en hombres de todo el mundo. Este fenómeno, que puede tener profundas implicaciones para la fertilidad masculina y la salud pública en general, ha generado preocupación entre investigadores, médicos y organismos de salud. De hecho, las clínicas de reproducción asistida dicen que Más de la mitad de los candidatos a donantes se rechazan por mala calidad seminal al no cumplir los criterios de la OMS
¿Qué significa la calidad del esperma?
La calidad del esperma se evalúa principalmente a través de parámetros como el volumen del semen, la concentración de espermatozoides, la motilidad (movilidad) y la morfología (forma). Una reducción en estos indicadores puede dificultar la concepción y aumentar el riesgo de infertilidad. Según diferentes estudios la calidad del semen cada vez es peor, un problema mundial con implicaciones directa en la fertilidad masculina. La concentración de espermatozoides ha disminuido en un 51% desde 1973.La baja calidad seminal no es únicamente un problema de España, sino que los datos a nivel mundial son iguales de preocupantes. La concentración de espermatozoides ha disminuido en un 51% globalmente desde 1973. Este descenso ha llevado a la OMS a revisar sus estándares para de calidad seminal, ya que la infertilidad masculina es cada vez más frecuente.
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Evidencias y estadísticas
Diversos estudios, incluyendo informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que la concentración promedio de espermatozoides en los hombres ha disminuido en aproximadamente un 50% desde la década de 1970. Un análisis publicado en 2017 en la revista Human Reproduction Update destacó que la concentración espermática global había caído de unos 99 millones por mililitro en los años 70 a aproximadamente 47 millones en la actualidad.
Factores que contribuyen a esta tendencia
Numerosos factores han sido vinculados a la disminución de la calidad del esperma, entre ellos:
- Exposición a contaminantes ambientales: productos químicos como pesticidas, plásticos (como BPA), metales pesados y contaminantes industriales pueden afectar la producción de esperma.
- Estilo de vida: el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el uso de drogas, el sedentarismo y la obesidad están relacionados con una menor calidad seminal.
- Estrés y problemas psicosociales: el estrés crónico puede alterar los niveles hormonales necesarios para la producción de esperma.
- Factores hormonales y genéticos: alteraciones en la regulación hormonal y ciertas condiciones genéticas también juegan un papel.
- Factores relacionados con la salud: enfermedades crónicas, infecciones y tratamientos médicos como la quimioterapia pueden afectar la fertilidad.
- Enfermedades de trasmisión sexual: Un reciente estudio publicado en The Lancet se reveló que hasta el 30% de los casos de infertilidad por casusas masculinas están relacionados con ETS no diagnosticadas o mal tratadas. Enfermedades como la clamidia, gonorrea y virus como el herpes simple o el papiloma humano (VPH) afectan a la calidad seminal. Estas infecciones pueden generar inflamación en los órganos reproductores, dificultando la producción de espermatozoides sanos y afectando la fertilidad masculina.
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Impacto y consecuencias
La disminución en la calidad del esperma no solo afecta la capacidad de concebir, sino que también puede ser un indicador de problemas de salud más amplios. La tendencia apunta a una posible crisis de fertilidad masculina en las próximas décadas si no se abordan los factores de riesgo.
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¿Qué se puede hacer?
Frente a esta problemática, es fundamental promover políticas públicas que reduzcan la exposición a contaminantes, fomentar estilos de vida saludables, realizar campañas de concienciación y promover investigaciones para entender mejor las causas y posibles soluciones.
La caída en la calidad del esperma en el mundo refleja cambios en nuestro entorno, estilo de vida y salud. Abordar este problema requiere un esfuerzo conjunto de gobiernos, comunidades y individuos para garantizar un futuro donde la salud reproductiva sea preservada y fortalecida.

