Ni siquiera era capaz de alcanzar ese pensamiento hace muchos años atrás, cuando a toda costa trataba de no quedarme embarazada sin una pareja estable.
Pese a mis inquietudes, pensé que me casaría y tendría al menos tres hijos, como mi madre, como mis abuelas... Pero el tiempo pasaba, y los amores y desamores también. Yo me llenaba de libros, de viajes, de vida y los esquemas de matrimonio feliz con sábado de compras empujando un carrito lleno de viandas y artículos de limpieza se desvanecía.
Se iba muriendo poco a poco la idea preconcebida, la que me enseñaron, la que me inculcaron, como si no hubiese otras más, y es que, en verdad, por los años 80 no había otras más.
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Y así me dieron los 37, cuando después de dos años acudiendo al psicólogo madurando la idea de ser madre sin pareja entré por la puerta de la clínica, de IVI.
Entré tímidamente para pedir información después de descartar la idea de que tendría que irme al extranjero porque esto en España no podría ser. ¡Pero qué diferente fue todo! No solo se podía en España, sino que se estaba convirtiendo en un país puntero en reproducción asistida y donde acudían muchas mujeres sin pareja desde el extranjero, desde países en los que no estaba permitido ser madre sin pareja con un donante de esperma.
¿Crees que me enteré de mucho en esa primera visita? No, la verdad que solo me enteré de que no podía esperar mucho más por mi edad.
Y aún así cometí el error de hacerlo mientras seguía creyendo que en esos meses de margen encontraría una pareja a la que convertir en menos de un año en el padre de mis hijos.
La suerte se puso de mi lado porque un año más tarde, con 38, me quedé embarazada a la primera cuando mi reserva ovárica estaba ya despidiéndose.
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Con el tiempo descubrí que lo que a mí me ocurrió no era lo habitual, sino que me la jugué y podría haber estado tratamiento tras tratamiento. Por eso siempre aconsejo lo mismo que IVI, que no lo retrases demasiado o que, si lo haces, ahora que se puede, optes por vitrificar tus óvulos.
Y de no saber nada, a conocer la clínica, a sus especialistas y en poco tiempo a formar parte del lanzamiento de una guía que bien puede ser nuestro libro de cabecera. Se trata de la guía para madres sin pareja que el grupo IVI lanzó para todas nosotras, para terminar con tus dudas, para tener conocimiento de cada paso del proceso, de cada tratamiento, de qué es lo que te vas a encontrar una vez traspases su puerta.
Una guía gratuita, que aparte de todo su contenido técnico, cuenta con valiosas herramientas que ofrecen los psicólogos especializados de la misma, para saber cómo abordar la maternidad en solitario, sobre todo en lo que se refiere al desarrollo de nuestros hijos y en esos momentos en los que comienzan a hacer preguntas.
Ojalá en mi momento, hace ya dos décadas, me hubiese podido encontrar con esta valiosa herramienta, porque me hubiese ahorrado mucho tiempo y dudas.
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Si estás pensando en ser madre sin pareja, te invito a que la conozcas, porque además se puede descargar gratis y tenerla en tu móvil para de vez en cuando, echarle un vistazo.
Si quieres saber más sobre todo lo que te espera a partir de ahora, no lo dudes, descarga aquí la guía para madres solteras.