Madres con un donante de esperma
No tengo ningún recuerdo ni situación concreta que me llevó a pensar que quería ser madre soltera con donante de esperma, lo que sí recuerdo es la primera vez que hablé así y fue a los 15 años.
En aquel entonces le decía a mi madre que yo no me iba a casar, pero sí iba a tener hijos, y mi madre pensando en la deshonra de tener hijos sin estar casada y yo le rebatía que con médicos puedes tener hijos, no hace falta un hombre para nada.
A los 18 años me enamoré y lo viví muy intensamente, ahí cambió mi percepción, empecé a hablar de matrimonio e hijos.
A los 23 años me fui a vivir con él, (al final no me casé) pero hijos quería tener, eso siempre ha estado presente.
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Mi padre murió cuando yo tenía 19 años y dejó una herencia problemática económicamente, esa fue la razón más importante de posponer la maternidad y me puse una fecha tope a los 33 años.
Él no quería tener hijos
Con mi pareja hablé de hijos siempre pensando en el día de mañana, y ese día llegó cuando cumplí 33 años. Quise buscar un hijo y ahí en ese momento salió a la luz que él no quería tener.
Y yo con mi carácter inconformista volví a retomar la idea de que se puede ser madre sin contar con un hombre.
Dejé la relación a los 36 años, con mucho trabajo por hacer (rehacer una vida) y casi no me quedaba tiempo (para ser madre).
Después de la experiencia que viví se reafirmaba mucho más el querer ser madre sin pareja, y a pensar en los problemas de tenerlo en pareja, no por el momento de la fecundación, sino por el después:
– Tener que compartir un hijo con un hombre, (en este momento de la sociedad que estamos todos locos y damos de todo menos besos y abrazos)
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– El utilizar a niños para hacer daño a las madres (chantajes, manipulaciones, etc.)
Miedo a ser madre soltera con donante de esperma
Estos eran mis miedos frente a la maternidad en pareja
Miedos por tener hijo sin pareja también los hay, pero son distintos. Miedo por no darle un referente masculino, por ejemplo.
A los 38 años me compré una vivienda para que mi hijo tuviese un lugar estable, y a los 39 años fue mi primer intento para ser madre, juntándose con el principio de una nueva relación; eso sí, dejándole claro desde el minuto uno, que deseo una maternidad en solitario (o estás conmigo o estás contra mí, pero nunca antepondré a un hombre antes que a un hijo), en este momento tengo 40 años y sigo con la misma relación, la maternidad no llegó.
Primer tratamiento de fertilidad
Cuando empecé el tratamiento hormonal, me entró miedo ,casi terror, que nunca anteriormente había contemplado, y es el miedo al rechazo de la sociedad hacia mi hijo porque yo no quiera ponerle cara al progenitor.
También tuve miedo a perder el trabajo, pero eso le pasa a cualquier embarazada.
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Miedos muchos, por todo, cualquier situación, pero yo compenso siempre con:
-una mujer divorciada que su ex, no quiere saber de sus hijos, ¿no es una madre soltera?
-una mujer casada que su marido solo trabaja fuera de casa, dentro nada ¿no es una “madre soltera” haciéndose cargo de un hijo y un marido, un trabajo fuera de casa y (encima discutiendo todos los días)?
-una mujer soltera que se ha quedado embarazada, el novio la ha dejado colgada. Ella no lo ha decidido, pero saca la criatura a adelante. ¿porqué una mujer que elije ser madre, no puede sacar al hijo a adelante?
Los miedos siempre estarán presentes, en todas situaciones, simplemente hay que saberlos aceptar y afrontar.
Decidir seguir adelante
La decisión de sí o no, gran parte viene de la experiencia de cada mujer, un miedo pesa más que otro, en mi caso puede más el miedo al maltrato, chantaje, etc…que estar sola en la tarea más difícil que es educar a un hijo.
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Para ser madre soltera por elección, solamente hay que tener las ideas claras, tener valores: amor, educación, respeto, cortesía, compresión y un largo etc.… Es un trabajo duro pero no imposible.
Sigo queriendo ser madre, ahora en este momento estoy con el proyecto de rehabilitación de vivienda, cuando termine vuelvo a retomar la maternidad, incluyendo el que haré para poder pagar el dinero que cuesta porque a todo no llego.
María




