La donación de semen está permitida en España desde 1978; la de ovocitos algo más tarde, en 1990. Ambas se contemplan en la actualidad en el artículo 6 de la Ley 14/2006.
Pero desde entonces no han dejado de generar polémica. Aunque en la actualidad son dos donaciones que tienen mejor prensa que la donación de embriones, siguen teniendo a sus detractores, motivo por el que muchos donantes lo ocultan.
Texto: Rosa Maestro @rmaestrom @Masola_Org
No hace mucho, comenta Rosa Maestro, fundadora de la web www.masola.org, dirigida a madres solteras por elección y parejas de mujeres, dos grupos de familia que recurren a la reproducción asistida para formar una familia y por tanto a la donación de esperma – y en algunos casos también a la donación de ovocitos y embriones -, comenta: “en una ocasión realicé una entrevista a un donante de esperma. En principio no tuvo problema alguno en que su nombre apareciese, pero dos años más tarde se puso en contacto conmigo para que por favor, retirase su entrevista de la web o cambiase el nombre ya que acababa de encontrar un buen trabajo y no quería que eso le perjudicase”.
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Según la actual Ley, las mujeres pueden optar a la donación de gametos independientemente de su estado civil y orientación sexual. Éste, entre otros aspectos de nuestra Ley, que es una de las más avanzadas de Europa, es el motivo por el que anualmente son muchas las mujeres que viajan a España con el fin de lograr un embarazo cuando necesitan recurrir a la donación de esperma, ovocitos o donación de gametos.
A pesar de ello, solo el colectivo de las mujeres sin pareja y, cada vez más el de las parejas de mujeres, se atreven a decir públicamente que sus hijos proceden de una donación de gametos.
Dos modelos de familia que han abierto la puerta a que la donación de gametos tenga una mayor visibilidad, comience a dejar de ser un tema tabú, se hable abiertamente del mismo, y que las parejas heterosexuales , al menos en lo que se refiere a contarle a sus hijos su procedencia, estén dando un paso hacía adelante.
Una apertura a la sociedad, la de la donación, muy bien percibida por una gran parte de la sociedad y necesaria para el desarrollo emocional de los niños nacidos por reproducción asistida.
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Pero… ¿por qué se recurre a la donación de gametos y cuándo es necesario apoyarse en ella si se quiere formar una familia? Según las diferentes casuísticas tanto de modelo familiar como de fertilidad…
Recurren a la donación de semen:
- Mujeres sin pareja
- Mujeres con pareja femenina
- Mujeres cuya pareja masculina presenta: ausencia de espermatozoides, mala calidad espermática no solucionable, enfermedades genéticas hereditarias, o alteraciones cromosómicas.
Recurren a la donación de ovocitos:
- Mujeres con edad avanzadas
- Menopausia precoz
- Mala calidad ovocitaria
- Alteraciones cromosómicas y
- Enfermedades genéticas hereditarias.
Recurren a la donación de gametos:
- Mujeres sin pareja masculina que presentan algún motivo que las hace candidatas a la donación de ovocitos.
- Mujeres con pareja masculina en la que los dos son candidatos a la donación de gametos.
La donación de gametos en España es siempre anónima y altruista (permite la compensación económica por molestias, y varía entre los 100 euros que percibe el donante masculino y los 1.000 euros que perciben las mujeres)
¿Pero cómo es el perfil del donante o la donante española? La media de edad está en los 27 años y no son admitidos por encima de los 35. Generalmente el 90 por ciento de los donantes masculinos es rechazado o bien por mala calidad espermática o por cuestiones psicológicas. Suele ser una persona soltera, sin hijos, con estudios universitarios y generalmente sus motivos son altruistas.
Los hombres suelen ser estudiantes de medicina, de farmacia, militares o bomberos. Las mujeres generalmente acuden a donar concienciadas por haber vivido en su entorno cercano la necesidad de tener que recurrir a la donación de óvulos.
Cierto es que, últimamente como consecuencia de la crisis, las donaciones han aumentado. Eso sí, los donantes no pueden llegar a tener, en España, más de seis hijos nacidos por donación, sin contar los propios.
Y siempre se va a buscar el fenotipo más parecido a uno de los dos miembros de la pareja, y el más parecido a la mujer en el caso de acudir a la reproducción asistida sin pareja.