Reproducción Asistida – Madres Solteras por Elección
. Nos pasamos la vida intentando eludir los fracasos, pero estos llegan. No sé si en igual medida o en menor que los éxitos, pero llegan. Quizás a unos más y a otros menos, pero llegan.
Y cuando llegan nos envolvemos gustosamente en nuestra desgracia, nos dejamos arrastrar por la mala suerte, por el victimismo, por nuestra falta de responsabilidad y mesura en lo que hicimos, porque ya nos lo advirtieron (siempre hay excusas); es más nos emborrachamos de fracaso…
Rosa Maestro @rmaestrom @Masola_Org
Nos lo tomamos a la tremenda y creemos que no tendría que haber venido a nosotros, sin embargo, cuántos beneficios nos genera el fracaso, cuánto nos enseña el fracaso si le escuchamos.
La vanidad, el egocentrismo, el egoísmo, la falta de empatía lo determina el éxito, sobre todo el éxito continuado, en el que nos sentimos inclusive superiores a los demás. Les vemos y asumimos que somos nosotros los que tenemos derecho a esos éxitos y no los otros.
Nos volvemos prepotentes hasta que un día la vida nos tumba y nos regala un fracaso a lo grande, de esos que los demás se atreven a decir”se lo merece”.
A veces los fracasos son silenciosos, y continuos. Vivimos periodos intensos de fracaso…. fracaso escolar, fracaso estético, fracaso amoroso, fracaso fraternal, fracaso en salud o fracaso maternal...
Y nos sumimos en el letargo y la costumbre del fracaso, hasta que la vida nos sorprende con un éxito inusitado (que se hizo de rogar) en el que todos los que nos miraron con la pena en la boca se unen a la cola de los elogios.
No deseamos el fracaso y amamos el éxito… sin embargo uno nos enseña y el otro nos envanece.
A lo largo de mi vida he pasado por largos periodos de fracaso…el complejo de no ser tan bella como las demás y pasar mi infancia como la niña en la que nadie se detiene a mirar, el fracaso profesional de no llegar hasta donde una desearía a veces porque no se está capacitado y a veces porque las obligaciones y el tiempo me lo impedía…
El fracaso emocional en el que no era capaz de expresar lo que sentía y lo que no, el fracaso sentimental en el que quise más que me quisieron y en el que desee que me amasen por encima de mi dignidad, el fracaso económico en el que los proyectos de la vida superan a las expectativas económicas, el fracaso como madre en el que una se sabe muy bien el manual de la buena madre pero la maternidad no entiende de manuales….. fracasos…
Fracasos que me llevaron hasta el éxito, un éxito posiblemente diferente al que imaginé, pero también posiblemente más intenso y mejor.
Los fracasos nos enseñan el camino que tenemos que tomar (si queremos escuchar), nos enseñan a perdonarnos, a querernos, a ser buenos egoístas.
Los fracasos nos llevan a hacer aquello con lo que soñamos porque ponemos todas nuestras fuerzas en alcanzar nuestros proyectos (si queremos escuchar).
El fracaso nos puede encerrar en nosotras mismas o si le escuchamos, aprender de él, y empoderarnos para ser activistas de nuestra propia vida.