Donantes y receptores de gametos deben saber que el anonimato en la donación ya no existe. Los test genéticos de ADN, una moda que hace furor en Estados Unidos están a punto de llegar a España con la misma fuerza.
La curiosidad hará que por menos de 140 euros todos nosotros podamos acceder a una información única: enfermedades, genética, historias familiares, antepasados en Australia…¿Útil, necesario, frustrante?…
La información que nos faciliten este tipo de test puede ser de lo más variopinta.
Las sorpresas que en ella podemos encontrar pueden ser intensas como que nuestras raíces genéticas no tienen nada que ver con lo que habíamos pensando desde cinco generaciones atrás cuando nuestra tatarabuelo fue fruto de una relación fuera del matrimonio, hasta descubrir más en el ahora que mi madre no es mi madre genética, sino que fuí concebido gracias a un óvulo donado. Un test que llegará a nuestros buzones y nos contará todo, hasta si nuestra sangre es 30% india, 20% africana, o que pudimos tener antepasados musulmanes o nórdicos.
Historias de familia que pueden dar un gran vuelco porque y ¿si te dicen que desciendes de Juana La Loca o del mismo Picasso?
Con estos test, además hay algo importante que se deja entrever y es que donantes y receptores de gametos deben saber que ya en 2016, el anonimato en la donación no existe, así de claro lo comunicó la psicóloga de reproducción asistida en la clínica Fiv Madrid, Giulianna Baccinno, durante el pasado Debate sobre el Fin del Anonimato de los Donantes de Gametos.
¿Y por qué ocurre esto? ¿Por qué el anonimato en los donantes de gametos, en países como España que hasta la fecha es anónimo, puede dejar de serlo?
Para ello tenemos que viajar a Estados Unidos, un país fundamentalmente de emigrantes, que solo tienen un apellido y donde una gran parte de las mujeres lo cambian al casarse.
Esto ha supuesto que muchos de ellos no tengan una noción clara de cuáles son sus orígenes y que en muchos casos pierdan el contacto o no sepan quienes son sus parientes.
Esto hay que unirlo a las investigaciones de Silicon Valley, que para quienes no sepan qué es, se trata del polo tecnológico más importante del mundo, sito en el Valle de Santa Clara, California, donde se encuentran las sedes de gigantes como Google, Oracle, Linkedin…
Pues bien, en Silicon Valley desde hace un tiempo las investigaciones están muy basadas en la salud, y la salud está muy relacionada con la genética.
De ahí que desde esta inmensa capital tecnológica se haya puesto de moda hacerse un test de ADN, para conocer más sobre uno mismo, saber las enfermedades potenciales y, por qué encontrar algún primo lejano, un hermano desconocido, o descubrir después de 40 años que tu padre no es tu padre.
La curiosidad mueve molinos, eso es así. Y aunque vivimos en una sociedad muy individualista, en la que que todos van a lo suyo y los demás a lo nuestro, en la que apenas tenemos contacto con el vecino, y casi menos con hermanos o primos que vemos una vez al año, lo de saber si estamos relacionados con una persona en Australia no tardará mucho en convertirse en un reality show, donde personas del mundo entero conocerán a parientes que no tenían ni la más remota idea de su existencia.
Si os digo que más de tres millones de personas se han realizado test genéticos ya para conocer a sus antepasados, quizás podáis daros cuenta mejor del alcance que esto supone y que va a suponer.
Hoy por hoy, hay pocas compañías, entre ellas Family Finder, que ofrecen esta posibilidad, lo que se llama el Y-DNA matching, pero no hay que pensar demasiado para saber que en pocos años lloverán miles de empresas en todos el mundo, o franquiciadas de ésta, que permitan a cualquier persona hacerse un test de este tipo. Es más, Family Finder está ya en 56 países. Otra de ellas, AncestryDNA se ofrece en 29 países.
Cómo veréis ante esto y el boom social que en breve va a representar, guardar un secreto genético va a ser imposible. Por eso, desde la clínica Fiv Madrid, la doctora Elisabetta Ricciarelli nos dice que “aquellos padres que recurran a la donación de gametos deben de empezar a ser informados de que el DNA de sus hijos identificará que no están genéticamente vinculados a sus padres”.
Y en función de ello determinar si es mejor contar o no a los pequeños desde sus primeros años de vida sus orígenes o dejarlo a un momento en el que de mayores, a través de un test, descubran su origen genético, momento en el que sufrir un gran impacto emocional.
Tal es el eco que ya se viene haciendo socialmente que la SEF (Sociedad Española de Fertilidad) ha cambiado sus consentimientos y la American Sociecty for Reproductive Medicine ha dedicado un espacio especial en el último Congreso de 2016 para analizar el tema.
Ante esto, y sabiendo que no todos los países mantienen el anonimato en cuanto a las donaciones de gametos (esperma, óvulos y embriones)… la pregunta va más allá de si contar o no a los hijos sus orígenes…. y podemos centrarla en: ¿debemos seguir manteniendo en anonimato en países como España?
Rosa Maestro @rmaestrom @Masola_Org
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“Los test genéticos y el fin del anonimato en los donantes de gametos” Eva María Bernal
“¿Y si mi hijo pudiera conocer a su donante? Laura Puerto