La Toscana. Viajar con niños. Lo primero que tienes que saber es que Italia es cara, con lo cual ajusta tu presupuesto en todo al máximo, sobre todo si vas con niños. Y por este mismo motivo comenzamos nuestra ruta en Milán. ¿Y por qué Milán? Porque es el destino italiano al que se puede volar con mejor precio. No es difícil encontrar con tiempo billetes de avión por debajo de los 40 euros (inclusive en temporada alta).
La forma más habitual de recorrer La Toscana es en coche, pero yo no te la recomiendo. El alquiler de coches es muy caros y los seguros no cubren todo, la gasolina a precio de oro (cuando yo fui estaba entre 1,45€ y 1,50€ el litro) y en todos los sitios tendrás que pagar parquímetro durante el tiempo de estancia…además, los lugares para dejar en coche en temporada alta suelen estar lejos del centro y las ciudades y pueblos suelen estar en colinas con lo que te llevará más tiempo y esfuerzo.
Sin embargo, el servicio de trenes de Italia es fabuloso. Hay trenes y muy continuados a cualquier sitio que quieras ir y los precios, dentro de lo que cabe, asequibles. Mi consejo es que te decantes para el Norte de la Toscana por el tren ya que además casi todas las estaciones están en el centro de la ciudad.
La web de trenes de Italia (www.trenitalia.com) es muy amigable y si te manejas bien con el móvil solo tienes que descargarte su APP e ir comprando los billetes a medida que vas haciendo el viaje y embarcar con la simple descarga de éstos. Los trayectos largos de Milán a Florencia, de Florencia a Pisa, y de Pisa a Roma, compramos con tiempo desde España si quieres viajar por la mitad de precio.
Milán
Con maletas hechas (pequeñas y lo imprescindible porque el recorrido es amplio) salimos hacía Milán, una ciudad majestuosa que con un par de días basta. Lo más interesante y con niños es El Duomo, su impresionante Catedral y subir hasta sus tejados, donde les fascinará las vistas tan espectaculares.
Eso sí, si vas en temporada alta te aconsejo sacar las entradas con antelación. La venta online funciona muy bien y evitas largas colas, en algunos sitios de hasta tres horas a pleno sol. Es una de las catedrales góticas más espectaculares que haya visto.
Duró más de 400 años su construcción. Fue tanto el tiempo que hubo épocas en los que se detuvo por falta de dinero o por falta de ideas y claro, eso ha dado lugar a que en ella se puedan observar muchos estilos arquitectónicos entremezclados.
Es curioso que se finalizase gracias a la intervención de Napoleón Bonaparte. La ventanas de esta catedral, se dice que son las más grandes del mundo y permiten que la luz entre de forma particular.
¿Dónde comprar las entradas online para El Duomo? Aquí (página oficial)
El resto del día lo dedicamos a visitar las Galerías de Victor Manuel II (un lujo para la vista) donde todas las firmas más importantes de la moda internacional se dan cita en escaparates dignos de admirar desgustando un maravilloso helado italiano que será lo único que se podrá comprar.
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Si se sigue con destino al teatro de la Scala, la globalización de la moda hace su aparición y ahí están Zara, Mango, Berska… Por último nos acercamos a ver la iglesia de Santa Marie del Grazie para ver el cuadro de Leonardo Da Vinci, “La última cena”, el Castillo Sforzesco y el maravilloso parque Sempione y a comer al barrio Navigli, ideal por su ambiente al lado de los canales, sus apertivos y su pasta.
Hay cientos de museos, de parques, de cosas que ver, pero hay que escoger y nosotras nos decantamos por las mencionadas. Para la visitar la Iglesia donde se encuentra el famoso cuadro de “La última cena” tienes que comprar sus entradas online con muchísima antelación, en la puerta no las venden a no ser que des con un día sin turistas.
¿Comprar entradas “Última cena”? Aquí (sitio oficial)
Tras dos días en Milán y con los billetes ya comprados desde España salimos con destino a Florencia. Los trenes en Italia son puntuales, cómodos, con servicio a destinos muy diferentes, conexiones continuas…. Llegamos a Florencia sobre las 12 horas y el gentío era apabullante.
La plaza del Duomo no podía tener más turistas por metro cuadrado y la zona donde estábamos alojadas, pegadas al mercado central en pleno comercio, estaba en su momento más álgido del día. El ambiente era como imaginé en las mejores épocas florentinas, solo variaba la vestimenta y algunos artículos en venta.
Florencia es una ciudad que tiene arte en cada una de sus esquinas. Ni en una semana te da tiempo a detenerte en tanta belleza y tanto arte, es única.
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Nuestro primer impulso fue ir a visitar La Catedral de Santa María de Fiore. Bella como ninguna por fuera y bella por dentro. Es gratuita, aunque tienes que esperar un poco porque aunque la gestión de las colas de espera es rápida, en pleno julio hay demasiada gente.
Otro imprescindible es la Galería de los Ufizzi, y eso que yo no soy nada de museos, cuando entro en ellos, voy como quien dice al grano y prefiero el museo de la calle, pero esta pinacoteca me impresionó de verdad. Botecceli, Leonardo Da Vincci, y ni se sabe… Más de 2.000 pinturas expuestas y otras tantas guardadas..Leonardo da Vincci, Boticceli….muy importante reservar con antelación antes de ir.
Las colas son de entre tres y cinco horas…Y ver el Museo casi toda una mañana…pinturas que nos hemos hartado de estudiar y ver en multitud de libros pero que tan de cerca esas pinceladas tan perfectas no tienen comparación alguna.
¿Dónde comprar las entradas para la Galería Ufizzi, museos y palacios en Florencia? Aquí (página oficial)
Viajar despacio, eso es lo que requiere Florencia... detenerte momentos casi eternos frente al Palacio Vecchio (totalmente recomendable), el Palacio Piti, el puente Vecchio, el museo de Leonardo Da Vincci (no debes obviarlo si vas con niños porque es totalmente interactivo), sus plazas, sus calles, su río…sus iglesias…cualquiera de las rutas que elijas podrá ser perfecta.
El puente Vecchio es el puente de piedra más antiguo de Europa y tuvo la suerte de ser el único que sobrevivió a los bombardeos de la II Guerra Mundial. Y el Palacio Pitti, nada más cruzar el puente.
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En las casas colgantes del puente vivían comerciantes y mataderos pero cuando la corte se trasladó a vivir al Palacio Pitti, mandaron ser desalojados por el mal olor y empezaron a vivir joyeros y establecer allí las joyerías que hoy en día perduran.
Yo también le llamaría el puente de los suspiros como en Venecia y no por los muchos candados que cuelgan de las parejas que allí acuden a jugarse amor eterno, sino por las muchas joyas que te hacen suspirar por su belleza inalcanzable y los muchos suspiros de los turistas que entre tanto gentío son víctimas de cientos de carteristas.
Lo importante es hacerla despacio, pararte a degustar uno de sus exquisitos y caros helados, sentarte a recrearte con una buena pizza o esos carbonara que no te hartaras de pedir, como mis hijas, para el almuerzo y para la cena.
Y desde Florencia, de nuevo te invito, os invito a que volváis a esa red ferroviaria que es la envidia de Italia, y uno de los días os acerquéis a la joya termal de la zona, Montecatini.
Montecatini
Una delicia para quienes buscan unas vacaciones de relax, chorros de agua y tratamientos. Muy cerca de Florencia, a menos de una hora en tren. Es el lugar termal por excelencia con permiso de las termas de Saturnia. Toda la nobleza del s.XVII acudía a esta ciudad termal para veranear, relajarse y cuidarse de sus afecciones.
Grandes músicos como Verdi, Rossini Puccini…o el diseñador de moda Christian Dior, que murió allí, pasaban largas temporadas en Montecatini. Las edificaciones son espectaculares, sobre todo las Termas de Tetuccio y el edificio de las Termas Excelsior.
Viaje a la Toscana con niños. Además de las célebres termas, nos sorprenderán los edificios ostentosos que Cosme I de Médici promovió, y que posteriormente el gran duque Pietro Leopoldo de Toscana restauró ya en el siglo XVIII.
Tienes que llegar hasta Montecatini Centro, y una vez hayas visto las grandes Termas de Tetuccio, subir con un funicular, totalmente de madera (¡ojo!, desde las 13 a las 16 cierra todos los días), y de 1850, hasta Montecatini alto, un pueblo pequeño, coqueto, romántico, encantador, donde se come de maravilla y que tiene unas vistas espectaculares.
Bañarte en sus aguas es algo prácticamente difícil porque los precios de los alojamientos termales de la zona son muy caros y para un día completo. Nosotras nos conformamos con un baño de una hora en las Termas de Redi, las únicas con un precio asequible para una hora.
Si tienes tiempo y días suficientes, pasa un día entero por un buen precio en la piscina termal al aire libre junto a la estación de Montecatini Terme, a unos kilómetros de Montecatini centro. Es la Grotta Giusti .
Siena y San Gigminiano.
Tampoco puedes obviar otros destinos como Siena, San Gimigniano o los campos de Chianti. Y como no teníamos coche es difícil hacerlo, por eso me decanté y más con niños por contratar una excursión en autocar desde Florencia.
Os recomiendo que lo hagáis con civitatis. Las excursiones son caras, así que busque y rebusque hasta encontrar con la página que era más económica, pero es que además cumplieron con todo y la excursión tuvo la calidad y atención requerida.
Que contaros de Siena, sino que su plaza del Campo me dejó boquiabierta porque no me la esperaba tan majestuosa y porque ninguna fotografía puede reflejar lo que verdaderamente es, y en la que todos los años se celebra el Palio, las famosas carreras de caballos de los diferentes distritos en el interior de esa plaza.
Recorrimos sus calles, fuimos a su Catedral, con la que me volví a quedar boquiabierta, más con su historia, ya que con motivo de la peste que asoló a Europa en el s.XIV tuvieron que paralizarla, luego antes de continuarla se dieron cuenta de que tal y como iban no resistiría y cambiaron todos los planos de su construcción.
Al igual que me pasó con San Gigminiano, pueblo del que me enamoré perdidamente. Es un pueblo tan bello que una vez está allí no quieres marcharte. Todavía conserva 14 torres medievales.
Soberbio pueblo medieval amurallado.Su centro histórico de San Gimignano es Patrimonio mundial de la humanidad declarado por la UNESCO por su arquitectura. San Gimignano fue una ciudad muy importante durante la Edad Media, como centro de comercio y de los peregrinos viajaban hacia o desde Roma sobre la Via Francigena.
Nada que decir de la degustación de vinos, queso y salami en una de las bodegas de Chianti… nos terminó de hacer felices.
Pisa y Lucca
Y llegamos a Pisa. Todo el mundo dice que es la ciudad que menos merece la pena y a mí no me lo pareció. La plaza Miracoli es todo un reclamo con su famosa torre de Pisa inclinada y en donde cientos de personas se hacen una foto tan original y nunca antes hecha como las nuestras.
No subimos porque a 18 euros por cabeza, ya les vale. La Catedral es gratis entrar y el baptisterio cinco euros. Además como es punto de llegada de cruceros por las mañanas las colas pueden ser eternas.
A pesar del precio de la Torre, fue la ciudad más barata, donde se puede comer y dormir a mejor precio, y donde las boutiques de ropa son asequibles. No dejes de ver toda la ciudad, merece la pena, por su ambiente y rincones sin mencionar cómo la plaza Cavalieri.
Desde Pisa podéis visitar entre muchos otros sitios muy interesantes. Curioso es que Pisa era una ciudad con puerto, pero que ahora la tierra le ha ganado nueve kilómetros al mar.
Lucca
Y desde Pisa decidimos ir (de nuevo en tren) a Lucca. Una ciudad dulce, recogida y que además permite que la recorras en bici. Todo su centro está cerrado al tráfico de coches y además toda su muralla tiene un circuito fabuloso para pasar una mañana o una tarde estupenda recorriendo todos sus rincones pedaleando.
Nada más bajarte de la estación podrás encontrarte, antes de entrar en la ciudad amurallada, un local donde alquilan bicicletas y por muy buen precio (8 euros las tres horas adultos y niños 6 euros).
Famosa mundialmente por ser una de las pocas ciudades que mantiene aún intactas sus murallas medievales, ya que nunca fueron atacadas.Cuna del famoso compositor Giacomo Puccini, Lucca también albergó a Dante Alighieri durante parte de su exilio, y el escritor reflejó en la Divina Comedia el trasiego de las familias feudales de la época. ¿Qué ver? El Palazzo y Torre Guinigi, La Catedral, la casa de Puccini, Palacio Pfanner y la maravillosa plaza del Anfiteatro entre otras cosas.
Cincue Terre
Lo más exquisito y lo más caro. Pero aunque su presupuesto es elevado, si estás en Pisa no puedes dejar de dedicar al menos un día al Cincue Terre, que dicen que son los cinco pueblos más encantadores de toda Italia, cinco bellos pueblos marítimos encaramados a los cerros de la costa.
Hasta el Cincue Terre llegan todos los años más de dos millones y medio de turistas, lo que pone en peligro la zona y posiblemente no a mucho tardar limitarán la entrada y habrá que hacerlo como a otros muchos sitios ya comprando previamente y con meses de antelación una entrada.
Las cinco maravillas, a poca distancia unas de otras, son Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. Yo decidí visitar tres de ellos, porque el estado del mar no permitía que el barco llegase hasta dos de ellos. Y porque con niños no queda otra que ir más despacio.
La mejor forma de llegar es en tren. Desde Pisa tienes que dirigirte hasta La Sepia y luego llegar hasta Riomaggiore en otro tren (el intercambio es muy sencillo). Mejor iniciar la ruta en Riomaggiore que en Portovenere porque es más económico.
Desde aquí, nosotras cogimos un barco que fue parando por los pueblos de Vernazza y Monteroso y desde este último, después de comer relajadamente y bañarnos (las playas de Italia no son lo mejor, además de que en la parte pública es minúscula y la privada excesivamente cara), regresamos en tren hasta La Spezia y desde ésta a Pisa.
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Todo supuso para tres personas cerca de 140 euros. Si solo lo realizas en tren es más barato ya que existe la tarjeta “cincuenta Terre” por unos 12 euros para subir y bajar de cada uno de los pueblos ( a lo que has de sumar los trayectos hasta la Spezia y regreso), pero que has de comprar al inicio de la ruta (luego ya no la venden). Eso sí, no disfrutarías de las vistas sin igual desde los pequeños ferries. Yo recomiendo hacer un esfuerzo y llegar hasta estos pueblos en barco.
Roma
No finalizamos aquí. Lo hicimos en Roma, a la que dedicamos dos días porque ya conocíamos y donde no pueden caber más turistas por metro cuadrado. Aún así, con multitud y todo sigue siendo bella, espectacular, esbelta, orgullosa.
Lo mejor de todo no fue su Coliseo, ni su Partenon, ni su Capilla Sixtina, sino las dos horas que estuvimos la noche antes de regresar en las escaleras de la Plaza de España, disfrutando de un guitarrista que nos unió a todos en canciones que ya solo estaba en mi recuerdo y que removieron viajes anteriores, viajes de antaño, otros momentos en el mundo que ya son historia.
Obviamente para Roma, igual que para el resto de los sitios y aquí aún más lleva las entradas compradas, de lo contrario se te pasarán los días haciendo dos o tres colas y sin ver casi nada.
Las entradas para el Coliseum y el Foro Romano y, sobre todo, para la Capilla Sixtina, compradlas con antelación, si no querías pasaros los días de Roma en dos colas sin ver nada más.
Nos fuimos con la sensación de haber vivido intensamente La Toscana del Norte, de empaparnos de cultura y de historia, pero de no haber disfrutado su silencio, sus paisajes, su vivir diario. Eso nos hizo pensar que lo encontraríamos en La Toscana Sur, por lo que tenemos claro cuál será uno de nuestros próximos destinos.
Comentarios 2
28 julio, 2021En 11:52
Muchas gracias por compartir este viaje tan increíble a Toscana con niños. Excelente artículo y sin duda una experiencia única
25 agosto, 2021En 12:34
Ay fue uno de nuestros mejores viajes, siempre recomendable. Un abrazo. Rosa