Durante los tratamientos de reproducción asistida, es común experimentar una amplia gama de emociones que van desde sentimientos positivos, como la esperanza y la ilusión, hasta aquellos negativos, como el desánimo, el agotamiento, la ansiedad o la tristeza. Estas emociones intensas son inevitables y forman parte de la experiencia de enfrentarse a la fertilidad y a la búsqueda de un embarazo.
Sin embargo, también es importante reconocer que los tratamientos de reproducción asistida pueden ser agotadores tanto física como emocionalmente. Las múltiples visitas médicas, los cambios hormonales y la incertidumbre constante pueden generar un desgaste emocional significativo. El agotamiento emocional es una respuesta común y comprensible a la carga que conlleva este proceso.
Además, la ansiedad y la tristeza son emociones que pueden surgir debido a las expectativas no cumplidas, los posibles resultados negativos o los obstáculos en el camino hacia el embarazo. La incertidumbre y la falta de control sobre el resultado pueden generar preocupación y ansiedad. También es normal sentir tristeza o frustración ante los intentos fallidos o los reveses en el proceso.
Es fundamental recordar que todas estas emociones son válidas y normales. Es importante buscar apoyo emocional durante el proceso, ya sea a través de familiares, amigos o profesionales especializados en reproducción asistida. Compartir estos sentimientos con personas de confianza puede brindar consuelo y ayuda para hacer frente a las dificultades emocionales.
Además, cuidar de uno mismo durante el proceso es crucial. Esto implica tomarse tiempo para descansar, relajarse y hacer actividades que brinden bienestar. La práctica de técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el ejercicio regular o la terapia de apoyo, también puede ser beneficiosa.
Laura Vives, Psicóloga Institut Marquès, nos explica detalladamente a través de esta entrevista cómo gestionar nuestras emociones durante el proceso.
El impacto emocional de la reproducción asistida. ¿Cómo abordarlo?
A veces, las personas que siguen un tratamiento de fertilidad para tener un hijo describen el proceso como una “montaña rusa emocional”. Asumir que va a ser necesario un tratamiento médico para tener un hijo, puede suponer un gran impacto emocional en muchas personas. Algunas generan sentimientos de culpabilidad o baja autoestima. Cuando reciben el diagnóstico, pueden sentirse solas, tristes y desorientadas.
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La aceptación no es inmediata, hay que pasar todas las etapas del duelo: shock, enfado, negociación, desesperanza, aceptación y búsqueda de alternativas. Por ello, es muy importante elegir un buen centro de Reproducción Asistida, con un buen equipo de expertos que les asesore y los acompañe durante todo el tratamiento. No sólo desde el punto de vista médico, sino también emocional.
.- ¿Cómo nos afectan mentalmente los procesos de reproducción asistida?
Entre el 50 y el 65% de las personas que se enfrentan a un tratamiento de Reproducción Asistida presentan en algún momento síntomas clínicos de diversa consideración. Predominan la ansiedad y la depresión.
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Ello se produce por varios motivos: Por ejemplo, las numerosas pruebas médicas a las que deben someterse ya que algunas pueden ser intervenciones invasivas.
Además, este tipo de tratamientos supone un coste económico importante, implica tomar una medicación que puede influir en el estado de ánimo, según el centro puede haber listas de espera … Todo ello puede incidir en el estado emocional del paciente.
Pero, por encima de todo, hay un factor clave, muchas veces el más importante: la incertidumbre respecto al resultado del tratamiento.
.- ¿Cómo aligerar esta carga emocional?
Desde los centros de Reproducción Asistida intentamos minimizar el disconfort emocional durante el tratamiento. Por ejemplo, diseñando un entorno agradable en la clínica y usando recursos como la música o la luz para crear un ambiente relajante. En Institut Marquès, a la hora de diseñar nuestros centros hemos tenido muy en cuenta la sensibilidad de algunos de nuestros pacientes.
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En este sentido, por ejemplo, no tenemos fotos de bebés que puedan molestarles, hemos habilitado zonas de máxima intimidad y espacios donde puedan relajarse.
En consulta, los doctores practican la escucha activa, las explicaciones se hacen siempre en tono positivo sin minimizar, pero tampoco maximizar la percepción que puede tener el paciente de su diagnóstico.
Por otro lado, hemos desarrollado diferentes herramientas para el paciente que pueden ayudarle durante las diferentes etapas del tratamiento, por ejemplo el embryomobile que les permite ver desde casa la evolución de sus embriones.
.- ¿En qué casos es recomendable recibir ayuda psicológica y en qué momentos?
Es recomendable siempre que el paciente lo necesite o que sienta que puede ayudarle a vivir el proceso de una forma más tranquila y positiva.
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Hay unos momentos clave en los que la ayuda psicológica puede ser muy recomendable: la aceptación del diagnóstico, cuando el paciente tiene que asumir que necesitará donación de gametos para su tratamiento, durante la betaespera (entre la transferencia embrionaria hasta la prueba de embarazo). Después, evidentemente, también puede ser de gran ayuda si la prueba de embarazo es negativa o en casos de pérdidas gestacionales.
.- ¿Influyen las emociones en las tasas de éxito?
Sí, hay estudios que indican que el estrés puede perjudicar el resultado del tratamiento de Reproducción Asistida. Por ello, en Instituto Marquès ofrecemos a nuestras pacientes acupuntura y masajes relajantes antes de la transferencia embrionaria, por ejemplo.
Por otro lado, hemos comprobado que las mujeres que usan el embryomobile y observan a sus embriones cuando éstos están en la incubadora se sienten más tranquilas e incrementan las posibilidades de conseguir el embarazo hasta un 11%.
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También las emociones influyen en la calidad de la muestra de semen. Gracias a nuestro programa “Erotic Personal System” hemos demostrado que cuando el varón obtiene su muestra con excitación, el resultado es mucho mejor, tanto en calidad como en cantidad.
.- ¿Es conveniente tratarlo con otros familiares o es mejor mantenerlo en silencio?
Vivirlo como un secreto no es recomendable, puedes aislarte y sentirte solo. A una paciente que empieza con un tratamiento de Reproducción Asistida, yo le diría que es bueno compartirlo con el entorno más cercano, pero estableciendo unas reglas. Es decir, que decida y ella misma explique cómo le gustaría tratar el tema, cuándo y cómo hablar de ello.
Al verbalizarlo descubrirán, en la mayoría de los casos, que hay muchas más parejas que pasan por lo mismo y que la respuesta, en general, suele ser muy positiva. Seguro que recibirán apoyo.
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Por otro lado, es normal sentirse incómodo con las imágenes de bebés o con las mujeres embarazadas. Si es así es mejor evitarlas y evitar encuentros con amigas embarazadas o con bebés. Seguro que lo comprenderán.
En cuanto a la pareja, este proceso tiene que ser una oportunidad para apoyarse mutuamente. Según su carácter, cada persona reacciona diferente ante un diagnóstico de infertilidad o a la hora de afrontar un tratamiento de Reproducción Asistida. Ante esta situación hay que mantenerse unidos, hablar y comprender.
Por nuestra parte, intentamos que nuestros pacientes vivan el proceso de la forma menos “medicalizada posible”, incorporamos cierto romanticismo e incluso el sentido del humor en algunos de los momentos del proceso.
Otro de los consejos que damos a los pacientes es que se mantengan ocupados y que intenten limitar el tiempo que dedican a pensar en su tratamiento. También es de gran ayuda pensar en positivo, focalizarse y centrarse en su objetivo. Con los avances actuales, el 95% de las mujeres que hacen tratamiento de reproducción consiguen ser madres.
.- ¿Cómo sobrellevar las relaciones sexuales cuando estamos en tratamiento?
El primer consejo médico para todas aquellas parejas que desean conseguir el embarazo es mantener una vida sexual activa, sana y satisfactoria. Disfrutar de las relaciones íntimas y mantener el erotismo y el placer incrementa las posibilidades de embarazo.
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Pero la realidad es que las parejas suelen tener menos relaciones cuando están buscando un embarazo: Los varones que no buscan un embarazo eyaculan, de media, 3,2 veces por semana; cuando llevan un año intentándolo, 2,6 veces y solo 1,2 veces cuando llevan dos años.
Cuando se está buscando un hijo, existe el peligro de que el sexo se convierta en una tarea. Si esto ocurre, resulta contraproducente. Mi consejo es no obsesionarse, reconectar con el placer e intentar recuperar el erotismo y el deseo.
.- ¿Cómo influye a los pacientes recibir ayuda psicológica durante los tratamientos?
Puede ser una gran ayuda para gestionar los sentimientos y vivir el proceso de una forma positiva. Intentamos atender las necesidades psicológicas básicas en una fase inicial, asesorar a los pacientes en aquellas dudas e inquietudes que vayan surgiendo durante el tratamiento, apoyar y atender a las manifestaciones emocionales derivadas del diagnóstico, prevenir y tratar los problemas psicológicos derivados del proceso y ayudar, en el caso de las parejas, a mantener la estabilidad y fomentar hábitos saludables durante todo el proceso.
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.- ¿Por qué se habla tanto de ese apoyo psicológico durante el tratamiento y apenas se menciona que convendría seguir una vez se haya producido el embarazo o nacimiento?
En el caso de las pacientes que viven con preocupación el embarazo, sea porque les ha costado mucho conseguirlo o porque han vivido pérdidas gestacionales, puede ser recomendable que sigan recibiendo apoyo psicológico. Incluso tras el nacimiento del bebé, en algunos casos, si se sospecha que hay riesgo de depresión post-parto sería importante un seguimiento. Estoy de acuerdo en que se habla más del apoyo psicológico durante el tratamiento y que a menudo nos olvidamos de la importancia de la salud mental una vez conseguido el embarazo.
.- Sabemos cuándo comenzamos pero no cuando terminamos y a veces los procesos son largos…¿cómo prepararnos ante esta posibilidad al iniciar el proceso?
Para empezar, no debemos centrar toda nuestra vida en el tratamiento. Hay que seguir disfrutando de nuestras aficiones: intentar que no todo gire en torno a este proyecto.
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Recomiendo tomárselo como una carrera de fondo, no como un “esprint”. Cuando un tratamiento falla y hay que repetir o probar otro, debemos percibirlo como un nuevo paso que nos proporciona información.
Recuerda que, aunque el camino de la reproducción asistida puede ser emocionalmente desafiante, también existen muchas historias de éxito. Mantén la esperanza, busca el apoyo adecuado y confía en tu capacidad para superar estos obstáculos.
