Este es el planteamiento que se hacen mujeres y parejas cuando chocan con un problema de fertilidad, incidencia que va en aumento debido principalmente al retraso de la maternidad.
Un tratamiento de ovodonación es una gran solución, porque en la Unidad de Reproducción Vistahermosa pensamos que las mejores decisiones son aquellas que nos dicta el corazón.
Recurrir a óvulos de una donante y fecundarlos con el semen de la pareja, o bien de un donante anónimo es una técnica de reproducción asistida que presenta numerosas ventajas. Además de permitir a estas pacientes cumplir su sueño de ser madres y formar una familia, ofrece unas tasas de éxito muy superiores a las de otras técnicas.
Cuando la solución para lograr la maternidad es la ovodonación son varias las dudas que se generan:
¿Cómo asumir que tengo que ser madre con óvulos donados?
En un principio esta situación resulta rara para la mujer y para la pareja; sin embargo, en la Unidad de Reproducción Vistahermosa son muchos los ciclos que se realizan con donación de algún tipo de gameto, bien seas óvulos o espermatozoides. Es decir, que es más habitual de lo que se cree. El momento más complicado es cuando se tiene el diagnóstico y se ha de tomar la decisión. Mujeres y hombres sienten tristeza y frustración ante la idea que su futuro hijo no vaya a contar con el material genético de uno o de ambos, según el caso y configuración familiar. Se plantean dudas sobre su vinculación con el niño, experimentan frustración porque piensan que su futuro bebé no tendrá sus rasgos físicos o miedo sobre cómo afrontar posibles preguntas del niño. Este miedo y dolor se conoce como “duelo genético” y es necesario afrontarlo.
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Renunciar a esa carga genética en reproducción asistida es duro, tener hijos sin nuestra carga genética, lleva su tiempo y no todas las parejas, ni todas las personas, consiguen hacerlo. Pero nuestra experiencia es que este momento difícil se supera con gran facilidad cuando se logra el ansiado embarazo y la insuperable felicidad que envuelve y transmiten nuestras pacientes cuando tienen a su bebé en brazos.
Nuestra recomendación es que te centres en tu objetivo final: ser madre. Tu bebé se alimentará durante 9 meses con tu placenta y en contacto con tu útero, de manera que llevará tu sangre, tu Epigenética. Los niños imitan los gestos, la forma de andar, de moverse, de expresarse, lo que les hace parecidos a los padres. En cuanto al parecido físico, nos encargamos de encontrar al donante ideal y que mayor parecido fenotípico tiene con vosotros, y para ello contamos con la herramienta más innovadora del mercado: Fenomatch.
Debéis centraros en que la cantidad de aspectos que no se heredan de la genética: educación, personalidad, valores, e incluso la inteligencia se encuentra relacionada en gran parte con estimulación del entorno ambiental en el que se desarrolla el bebé.
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¿Qué papel tiene la Epigenética en un tratamiento de ovodonación?
El desarrollo del embarazo es clave para determinar el mapa genético del bebé, y es aquí donde actúa la Epigenética, ciencia que ha demostrado el intenso vínculo de comunicación física que durante la gestación mantiene la futura madre con el embrión, capaz de introducir modificaciones en el genoma del futuro bebé. Este intercambio que se da entre el endometrio y el embrión da explicación a la coincidencia de algunos rasgos físicos que se observan en madres por ovodonación.
¿Hasta qué edad puedo acceder a un tratamiento de ovodonación?
No hay marcado un límite de edad. El único requisito indispensable es realizar el tratamiento si existen posibilidades de éxito, y siempre que se descarte el riesgo para la salud de la mujer o del futuro bebé. En este sentido, en la Unidad de Reproducción Vistahermosa hemos adoptado por consenso ético realizar tratamientos de fertilidad hasta los 50 años, debido a los múltiples riesgos que supone una gestación por encima de esta edad.
¿Qué posibilidades de éxito ofrece el tratamiento?
Los tratamientos con ovodonación ofrecen unas tasas de éxito muy superiores a las de otras técnicas de reproducción asistida. La razón es sencilla, la mayor parte de nuestras donantes tienen entre 18 y 30 años, y sus óvulos son jóvenes, fértiles y de alta calidad. La Unidad de Reproducción Vistahermosa registra una alta tasa de éxito, situada muy por encima de los estándares publicados por la Sociedad Española de Fertilidad.
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¿Podemos elegir a la donante?
Según establece la Ley 14/2006 sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistidas, las donaciones de óvulos son totalmente anónimas. Esto significa que la receptora no puede conocer en ningún momento la identidad de su donante. Lo que se puede conocer son algunos rasgos fenotípicos, como el grupo sanguíneo y la edad. Estos datos se utilizan para encontrar una donante físicamente compatible.
La única excepción es que se trate de una pareja de mujeres homosexuales casadas que realicen la gestación dentro del método ROPA. En este caso, una de las mujeres es la donante del óvulo y la otra es su gestante.
¿Podrá mi bebé parecerse a mi?
El parecido físico con el bebé suele ser una de las preocupaciones más frecuentes. La idea de renunciar a su carga genética es un proceso denominado “duelo genético”. Para aportar tranquilidad a los futuros padres en este aspecto, la Unidad de Reproducción Vistahermosa encuentra a vuestro donante ideal gracias a la innovadora técnica de Fenomatch, un exclusivo programa que nos permite garantizar no solo la compatibilidad entre donante y paciente, sino también que el parecido, físico y biométrico, sea el máximo. La plataforma incluye también la novedosa herramienta Fenomatch Facial Matching©. Su potente algoritmo utiliza criterios objetivos, incluyendo distancias biométricas extraídas de una fotografía del paciente para encontrar al donante que más se le parezca de entre los que cumplen los requisitos anteriores.
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¿Qué pruebas son necesarias en este tratamiento?
En cuanto se asigna a la donante idónea, deberás tomar la medicación correspondiente para sincronizar para preparar el útero y favorecer la implantación del embrión. La administración de hormonas se mantendrá hasta que se confirme el embarazo. Por su parte, la pareja ha de realizarse un seminograma que nos aportará datos sobre la calidad del esperma y determinar así la técnica de inseminación más adecuada. Asimismo, realizaremos un estudio serológico para descartar infecciones y el cariotipo de compatibilidad genética.
El test de portadores que aplicamos a las donantes también se realiza a la pareja masculina de las receptoras o al donante con la finalidad de comprobar que no posee alguna mutación de carácter recesivo transmisible a la descendencia y que también presente la donante. Para realizarlo, basta hacer un análisis de sangre, y permite detectar más de 300 enfermedades hereditarias, como fibrosis quística, X-Frágil (que es la segunda causa de retraso mental más frecuente tras el Síndrome de Down), distrofia muscular de Duchenne, dos tipos de sordera congénita, etc.
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LA EPIGENÉTICA EN LA DONACIÓN DE ÓVULOS
Epigenética significa más allá de la genética. Esta nueva ciencia activa o desactiva nuestros genes en respuesta al ambiente y el estilo de vida, peo lo hace sin modificar la secuencia del ADN.
La epigenética demuestra la posibilidad que la madre modifique la información genética del embrión en las primeras semanas de gestación, aun cuando el óvulo es donado. Es decir, que durante la gestación esa interrelación intima con la madre condiciona la expresión genética de ese niño, apagando y enciendo genes. La epigenética explica el por qué muchos bebés nacidos gracias a la ovodonación se parecen a sus madres.
El descubrimiento de la epigenética ayuda a echar abajo esas barreras emocionales que muchas mujeres y parejas experimentan cuando se ven obligadas a recurrir a un tratamiento de ovodonación.
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¿Cómo influye la epigenética?
La transmisión de moléculas entre gestante y embrión se produce antes de que este se implante en el endometrio. Esto es así porque cuando se produce la fecundación, el embrión tarda unos cinco días en trasladarse desde las Trompas de Falopio hasta la cavidad uterina. Una vez allí, la implantación no se produce hasta las siguientes 24 a 36 horas, momento en que se adhiere al endometrio.
Durante ese periodo de tiempo es cuando la gestante secreta su líquido endometrial con información genética que es tomada por el embrión, modificando así su desarrollo. Esta información no es otra que microARNs que se internalizan al embrión y lo modifican transcripcionalmente, lo que hace que se expresen proteínas que favorecen su implantación. Es como si la madre le dijera al embrión ‘mi endometrio está listo.
“Esta ‘comunicación’ puede provocar que en el embrión se expresen o se inhiban funciones específicas, como muestra la transmisión de diversas enfermedades tipo diabetes u obesidad”, afirman los autores del estudio.
Así, los investigadores concluyen que, sabiendo que existe esta transmisión, en el futuro se podrá detectar cómo cortarla acabando con las madres e hijos obesos o, en los países en los que se permite la subrogación de útero, darle más importancia al historial de hábitos previos de la gestante.
Algunas circunstancias de las mujeres, como el tabaquismo o la obesidad, acaban alterando sus células (incluidas las endometriales), lo cual ocasiona cambios también en el líquido endometrial, liberando información genética que tomará el embrión y que modificará su desarrollo.