Seguro que llevas tiempo dándole vueltas y como a todas tomar la decisión resulta complicado. Seguro que llevas tiempo sopesando la idea de ser madre soltera por elección
El miedo, la inseguridad, todo aquello que nos contaron de la protección del varón sobre nosotras, la figura del donante, la capacidad económica, el qué dirán, el entorno escolar…
Si te sirve de consuelo no es nada diferente a lo que otras ya hemos sentido y pasado; también te diré que todos estos miedos desaparecen para dejar hueco a otros, algo más reales, cuando el bebé nace.
Mi hija ahora ya tiene 16 años y echando la vista atrás recuerdo aquellos miedos e inseguridades.
De ahí que haya preparado esté decálogo para ti que estás precisamente en ese momento de aquello que tienes que saber antes de tomar la decisión más importante de tu vida y que te ayudará a tomar la decisión:
1.- ¿Podré yo sola?
Bueno, nada es fácil, nadie ha dicho nunca que la maternidad sea pan comido, que tiene sus complicaciones, y que por el hecho de estar sola o acompañada no las va a dejar tener.
Que sería mejor con una buena compañía, pues claro que sí, sobre todo de esas que aportan, que ayudan, que colaboran, que te apoyan. Claro, que para que en lugar de sumar te resten, el dicho: “mejor sola que mal acompañada”.
Pero llegado este momento y teniendo en cuenta que la caducidad de nuestros óvulos empieza a tocar en nuestra puerta, si deseas ser madre, mejor hoy que el mes que viene que tendrás menos óvulos o de peor calidad.
Cada vez hay más mujeres que recurren a las técnicas de reproducción asistida con el deseo de ser madres sin tener una pareja.
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2.- ¿Y si me pasa algo?
Si es que me quedo sin trabajo, también me puede ocurrir en pareja y nos puede ocurrir a los dos; si es que voy a hacer un viaje largo a otra vida antes de lo que yo preveo, puede ocurrirme también en pareja, y a los dos al mismo tiempo.
Todo en esta vida puede ocurrir, lo malo y lo bueno, pero no por miedo a lo que nos pueda ocurrir voy a dejar de vivir y de vivir como yo deseo vivir. Vivir es un riesgo y los riesgos no son solo para las madres solteras, también para parejas y para todas las personas.
3.- ¿Un embarazo en solitario?
Casi todos los que conozco son en solitario. No he visto hombres embarazados al mismo tiempo que la mujer.
Que podrían mimarme… cierto, pero ya me mimo yo que he aprendido a quererme mucho y a disfrutar de mis proyectos en compañía tanto como de mis proyectos en solitario.
Es importante empezar el proyecto de maternidad en solitario con una buena estabilidad emocional y habiendo aprendido a querernos.
4.- ¿Voy a parir yo sola?
No son muchos los años en los que las mujeres se han visto acompañadas por sus parejas en los partos. Hasta hace bien poco las mujeres parían solas, con sus comadronas, o en hospitales, pero sin sus parejas..
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5.- ¿Sobreviviré al día a día?
Duro, durísimo…pero muy satisfactorio, como el de todas las madres del mundo, sobre todo las de este país… pero no por estar sola, que puede hacerlo más complicado, sino por la pésima política de conciliación de vida familiar con laboral que disfrutamos en este país.
¿Por eso me voy a quedar sin ser madre? No veo que las parejas declinen, algunas sí, de tener familia por la política espeluznante familiar que disfrutamos.
6.- ¿Se sentirá frustrado mi hijo por no tener padre?
Esta de las más difíciles de responder, y quizás la última a la que di respuesta antes de tomar la decisión. La respuesta es que no tiene por qué…
Todo depende de cómo nosotras nos sintamos, de cómo una viva su maternidad en solitario… Si me siento orgullosa de mi modelo familiar, mi hijo/a crecerá orgulloso de su familia y feliz, porque al fin y al cabo se echa de menos lo que se tiene y un día desaparece pero no lo que no se tiene.
Y así fue, desde el primer momento dije cómo había sido mi embarazo, me sentí orgullosa de mi gran barriga y de mi familia, nunca oculté la figura del donante ni al entorno ni a mi hija, y siempre hablé de las miles de formas de vida, de opciones, de las diferentes familias y de que lo importante es disfrutar siempre de lo que uno tiene y no de lo que no tiene porque si hacemos lo segundo, se nos va la vida envidiando al prójimo.
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7.- ¿Sufrirá bullying escolar?
Si todos nos mostramos orgullosos e integrados no tienen por qué vernos diferentes los demás, y si hay alguien que nos ve, el problema es de esa persona, no nuestro….mientras no nos quiera impedir vivir como deseamos. No, nunca hubo rechazo ni frustración... La frustración suele llegar por otras cosas tan comunes como llevar gafas.
8.- ¿Me lo echará en cara cuando sea mayor?
La adolescencia es complicada para todos y aunque estamos entrando en ella, no cabe duda que cualquier día, ante un NO, intenten hacer daño con algo así como “fuiste una egoísta”…siempre buscamos y más en estas edades, dañar ante la no aceptación de un no… mientras solo sea eso, será como lo de “cuando tenga 18 años me largo de casa” o “eres una carca y me estás amargando la vida”.
9.- ¿Cómo se lo contaré?
Importante sobre todo es contarlo. Cómo y cuándo, cada una de nosotras encontramos nuestra fórmula. Yo lo hice con un cuento “Cloe quiere ser mamá”, que comencé a perfilar desde que tenía tres años. Ahora, a los 12, es una gran experta en reproducción asistida, fecundidad y relaciones… una alumna aventajada. Esperemos que le sirva para tener cabeza…
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10.- ¿Volveré a tener pareja?
Un hijo no puede sustituir una carencia emocional. No olvidemos que son dos cosas distintas y la carencia emocional, si se siente, seguirá ahí. Por eso, cuando pase la época de la crianza no es de extrañar que queramos volver a salir, divertirnos y encontrar pareja. ¿La encontraremos?
Pues eso habrá que preguntárselo a un vidente. Imagino que depende de nosotras, de las ganas que tengamos de volver a enamorarnos, de nuestras experiencias pasadas y de por fin “no encontrar un amor tóxico”.