Infertilidad: implantación embrionaria
La implantación del embrión es el momento clave en todo procedimiento de reproducción asistida: es aquel en el que este embrión se adhiere a la mucosa interna del útero, el endometrio.
La fecundación se produce en la trompa de Falopio en las gestaciones naturales, y el embrión se traslada en pocos días a la cavidad uterina donde finalmente implanta. En reproducción asistida, el embrión fecundado en el laboratorio, se transfiere directamente a la cavidad, donde inicia inmediatamente el proceso de implantación. Si es correcta, el embrión recibirá de forma adecuada el oxígeno y nutrientes imprescindibles para su desarrollo.
Tan solo una tercera parte de los embriones logran culminar el proceso
Se necesita pues un embrión de calidad y un endometrio perfectamente adecuado para recibirlo. Pero tan solo una tercera parte de embriones logran finalmente culminar el proceso.
Y en algunas mujeres se produce el fracaso de la implantación en repetidas ocasiones. Es lo que se ha denominado como fallo repetido de implantación. Y en cierta manera, ocurre algo similar en la mujer que padece abortos precoces y repetidos. Las causas de esta situación son muy variadas: inmunológicas, genéticas, inflamatorias, etc. Y obliga al equipo médico a la realización de pruebas adicionales encaminadas a lograr algún diagnóstico que justifique la situación.
En cuanto al tratamiento adecuado para mejorar esta implantación embrionaria, se han ensayado multitud de ellos, unos plenamente validados, otros ya obsoletos y algunos incluso experimentales. Vemos algunos:
-Tras el estudio de la receptibilidad endometrial con factores genéticos y marcadores específicos, puede calcularse el momento más adecuado para la realización de la transferencia embrionaria.
-Si el estudio de la microbiota así lo indica, puede ser necesario el tratamiento previo con probióticos para mejorar el ambiente bacteriológico uterino que encontrará el embrión.
-Poco a poco ya se está abandonando la realización del llamado Scratching endometrial en ciclo previo a la transferencia. Se trata de practicar una pequeña agresión a la mucosa endometrial.
–Si se sospecha como causa inmunológica el fallo de implantación, se ha ensayado la instilación de intralípidos, como moduladores de la respuesta inmune.
-En otras ocasiones, se comprueba alteración inflamatoria en el endometrio. Es pues necesario el tratamiento previo con antibióticos y posterior comprobación de curación. Posiblemente, los corticoides también contribuirían a mejorar la implantación.
-Hay ocasiones en que se demuestra un trastorno en la coagulación, con facilitación de fenómenos trombóticos. Se recurre en estos casos a la administración de Aspirina a baja dosis y de Heparina.
-Se ha ensayado también en estos últimos años, la instilación intrauterina en días previos a la transferencia, de la Hormona HCG o Coriogonadotropina, la genuina hormona del embarazo. Puede mejorar la vascularización endometrial.
-Y la técnica más novedosa para intentar mejorar el aspecto y grosor del endometrio, imprescindible para conseguir la implantación embrionaria es la administración intrauterina de Plasma Rico en Plaquetas, el PRP. Se mejora de esta manera la receptividad endometrial en casos puntuales con fallos repetidos de implantación.
Como vemos pues, son varias las estrategias que se siguen en los casos con fallos repetidos de implantación, y como hemos comentado, algunas bien aceptadas por la comunidad científica, otras con dudosa utilidad y otras muchas ya abandonadas.
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